Nelva Ismarays Ortega Tamayo, esposa del líder opositor José Daniel Ferrer, ofreció un estremecedor testimonio sobre las agresiones físicas y psicológicas que asegura haber sufrido a manos de agentes del régimen cubano. En una entrevista difundida tras su llegada a Estados Unidos, Ortega rompió el silencio de años para relatar cómo la golpearon brutalmente mientras estaba embarazada de cinco meses, en un episodio que definió como “el momento más doloroso” de su vida.
“Me lanzaron contra una litera y me patearon el vientre”
En una entrevista con el periodista Javier Díaz la doctora santiaguera narró entre lágrimas cómo varios oficiales de la Seguridad del Estado irrumpieron en su casa y la agredieron físicamente. “Me lanzaron contra una litera y me patearon el vientre. Pensé que había perdido a mi bebé”, contó Ortega, quien durante años optó por no hablar del tema debido al trauma y al miedo a nuevas represalias.
El ataque, explicó, ocurrió mientras su esposo se encontraba encarcelado en condiciones extremas, acusado de delitos políticos. Según su versión, los agentes buscaban quebrarla emocionalmente y obligarla a renunciar a su apoyo público a Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), una de las organizaciones opositoras más perseguidas del país.
Hostigamiento constante y vigilancia permanente
Ortega recordó que su familia fue víctima de vigilancia permanente, acoso y amenazas por parte de la policía política. Relató que durante años vivieron cercados, con presencia de agentes frente a su vivienda, grabaciones de sus movimientos y detenciones arbitrarias. “No solo encarcelaron a mi esposo, también nos castigaron a nosotros. Cada día era una tortura psicológica”, dijo.
A pesar del miedo, aseguró que nunca abandonó su compromiso con la causa de la libertad en Cuba ni su labor humanitaria como médica. «Muchos son indigentes que el mismo gobierno no se preocupa por ellos, personas que sacamos de los basureros», afirmó.
El dolor del exilio
Tras más de cuatro años en prisión, José Daniel Ferrer fue liberado a principios de octubre como parte de un acuerdo que implicó su destierro inmediato. Ortega, junto a sus hijos, lo acompañó en el vuelo que los llevó a Miami, poniendo fin a años de persecución, pero también marcando el inicio de una nueva vida lejos de su tierra.
“Duele muchísimo dejar atrás a tanta gente necesitada, madres que no tienen qué darles de comer a sus hijos, personas que no pueden acceder a medicamentos o atención médica”, expresó Nelva en la sede de la Fundación Nacional Cubano Americana minutos después de arribar a tierras de libertad.
“El régimen disfruta la miseria del pueblo”
En su testimonio, Ortega denunció la crueldad institucional del gobierno cubano, al que acusa de “disfrutar la miseria y la humillación del pueblo”. Según dijo, la represión contra los disidentes y sus familias es una práctica sistemática que busca silenciar toda forma de resistencia.
“Siempre tratamos de ayudar a los más pobres, de compartir lo poco que teníamos. Pero el régimen disfruta ver al pueblo sufrir. Disfruta la miseria y la humillación de la gente”, agregó la valiente cubana.
Ferrer, símbolo de la resistencia
José Daniel Ferrer, ex prisionero de la Primavera Negra de 2003 y uno de los opositores más conocidos de la isla, fue arrestado nuevamente en 2021 y mantenido en condiciones severas de aislamiento. Su liberación y salida al exilio fueron celebradas por organizaciones internacionales de derechos humanos, que desde hace años denunciaban el deterioro de su salud y la falta de garantías procesales.
El opositor cubano también ofreció sus testimonios en la conversación con el reportero cubano en la cual denunció igualmente a la dictadura cubana. «Me duele enormemente, dejé a mi hija mayor con cinco años y la fiscalía me pidió pena de muerte», explicó el reconocido líder opositor.
Contexto de represión en Cuba
El caso de Nelva Ortega se inscribe en un panorama más amplio de represión política en Cuba, denunciado por Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Estas organizaciones han documentado centenares de casos de detenciones arbitrarias, torturas y hostigamiento contra activistas, artistas y periodistas independientes desde las protestas del 11 de julio de 2021.
A pesar de los constantes reclamos de la comunidad internacional, el gobierno cubano continúa negando las acusaciones de violaciones a los derechos humanos, calificando a los opositores como “mercenarios” y “agentes del imperialismo”.
Una nueva etapa desde el exilio
Desde Miami, Ortega y Ferrer han expresado su compromiso de seguir denunciando la represión en Cuba y trabajar por la libertad de los presos políticos. La familia busca reconstruir su vida en el exilio, pero sin olvidar las heridas que dejaron años de persecución.
“El dolor no se borra, pero la verdad hay que contarla. Cuba necesita voces libres”, afirmó la doctora.