Entre los exámenes que tendrán que presentar los estudiantes cubanos para ingresar a los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas o IPVCE, ya no estará la asignatura de Español.
Las autoridades de Educación sólo examinaran Matemática e Historia, la prensa oficial dice que la eliminación de esta materia de las pruebas de ingreso a los IPVCE fue una gran sorpresa.
El Ministerio de Educación orientó que los alumnos deberán elegir para el tercer examen entre las asignaturas de Física, Química o Biología.
Aunque los medios de prensa en la Isla anuncian que Español continuará evaluándose en los exámenes de ingreso a la Educación Superior.
Durante décadas la Educación en Cuba ha estado sometida a constantes cambios, que más tarde no han arrojado a la luz pública más que el fracaso de una metodología que intentó primero combinar estudio con trabajo en el campo, luego masificó los estudios universitarios, sin tener en cuenta el talento, y el esfuerzo académico, sino una medición de la “integralidad” que significaba graduar a los jóvenes de distintas carreras, como Comunicación Social, Informática y otras, sin el necesario conocimiento de sus profesiones, sino por una especie de escalafón que medía la integración política del alumno con el régimen cubano.
Se tuvo entonces una gran cantidad de profesionales, con total desconocimiento de lo que supuestamente estudiaron durante cinco años.
Otro experimento fue el de eliminar la evaluación de Matemática para los jóvenes que aspiraban a estudiar carreras de humanidades, y eliminar Español para los que optaban por las ingenierías y las ciencias.
El transcurso del tiempo ha demostrado que lo pre-universitarios en el campo no funcionaron, dieron como resultado ingentes pérdidas económicas para Cuba, trajo como consecuencia que muchos desistieran de estudiar o tuvieran que optar por carreras técnicas para tener un equivalente al bachillerato, entre otros problemas que no vale la pena mencionar.
Así como quedó demostrado que no eran funcionales las escuelas en el campo, la masificación de los universitarios a través de cursos para jóvenes trabajadores, que eran evaluados según su “integralidad” y no sus conocimientos también fracasó de una manera tan evidente que el Gobierno cubano junto a las autoridades educativas cubanas decidió eliminar estas facilidades, y empezó a exigir pruebas de ingreso también para los cursos de trabajadores.
De igual forma la eliminación de Matemática para los de humanidades, y de Español para los de Ciencias, tampoco trajo a los profesionales cubanos beneficios, no por gusto la incompetencia entre los profesores de las últimas décadas, ingenieros o médicos con falta de ortografías garrafales; y periodistas, comunicadores o abogados que en la vida práctica carecen de herramientas necesarias para las finanzas.
La educación en Cuba durante las últimas décadas ha estado sesgada, incompleta, y no hace más que reflejar un país que anda a la deriva innovando con un modelo político-económico-social y educativo que no es sustentable.
(Con información de Radio Guamá)