El diputado cubano Elián González, recordado mundialmente por su rescate en el mar y posterior regreso forzado a la isla en el año 2000, reapareció en el escenario internacional con un discurso que responsabiliza directamente a Estados Unidos de la profunda crisis económica, política y social que atraviesa Cuba.
El joven legislador participó en el IX Encuentro Continental de Solidaridad con Cuba, celebrado en México, donde se congregaron delegaciones de varios países latinoamericanos, activistas y representantes de movimientos afines al régimen cubano. Durante su intervención, González insistió en que “el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos es el principal obstáculo para el desarrollo de la nación cubana”.
“Cada vez que Cuba busca una solución, Estados Unidos impone nuevas sanciones”
En su discurso, Elián González —actual diputado por el municipio de Cárdenas, Matanzas— sostuvo que Washington utiliza su poder económico y político para aislar a Cuba del comercio internacional. “Cada vez que buscamos una solución para salir de un problema, nos llega otra medida nueva. Buscan la forma de bloquear la entrada de un recurso y obstaculizar nuestro desarrollo”, declaró ante los asistentes.
El evento contó con la presencia del embajador cubano en México, Marcos Rodríguez Costa, y de Aleida Guevara, hija del Che, quienes reiteraron la necesidad de fortalecer la solidaridad regional frente a las “agresiones del imperialismo”. Los organizadores del encuentro calificaron el embargo estadounidense como un acto de “guerra económica” con repercusiones no solo para Cuba, sino también para países que mantienen relaciones comerciales o diplomáticas con la isla.
Defensa del régimen y acusaciones contra Trump y Rubio
Fiel al discurso oficial del gobierno cubano, González defendió la gestión del régimen y reivindicó el legado de Fidel Castro, afirmando que “su ejemplo sigue guiando a las nuevas generaciones”.
En un tono abiertamente político, arremetió contra el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio, a quienes acusó de ser “enemigos del pueblo cubano” por impulsar medidas que endurecieron las sanciones y mantuvieron a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
“El daño causado por esas decisiones no solo afecta al gobierno, sino a las familias cubanas que sufren las consecuencias del bloqueo”, afirmó el joven diputado. Según González, las restricciones financieras y comerciales “tienen un carácter extraterritorial que castiga también a empresas y países que intentan cooperar con Cuba”.
Durante la entrevista concedida al diario mexicano, el funcionario defendió la postura del gobierno cubano al afirmar que “Cuba no es un país patrocinador del terrorismo”, en respuesta a la clasificación emitida por la Casa Blanca. Añadió, además, que “la isla ha sido víctima del terrorismo de Estado y de un prolongado cerco económico que castiga al pueblo cubano”.
Un discurso de continuidad revolucionaria
La presencia de Elián González en el encuentro en México tiene una fuerte carga simbólica. Su historia personal —como el niño que rescataron frente a las costas de Florida en 1999, tras la muerte de su madre en el intento de llegar a Estados Unidos— marcó un punto de inflexión en las relaciones entre Washington y La Habana. El caso se convirtió en una batalla política entre el exilio cubano y el régimen de Fidel Castro, que finalmente logró su repatriación.
Hoy, convertido en político y defensor del sistema que lo trajo de vuelta, González encarna la continuidad del discurso revolucionario en una nueva generación de dirigentes que crecieron bajo el control del Partido Comunista. Su figura es utilizada por el gobierno como símbolo de “fidelidad y resistencia” frente a lo que califican como agresiones externas.
Reacciones y controversia
Mientras los medios oficiales cubanos exaltaron su participación en México como una muestra de compromiso patriótico, en el exilio cubano su discurso fue recibido con fuertes críticas.
Por su parte, el embajador de Cuba en México, Marco Rodríguez Costa, participó en la ceremonia de clausura del evento, donde expresó su gratitud por las muestras de apoyo internacional y resaltó la “hermandad” histórica que une a ambas naciones. “Cuba no está sola”, declaró con énfasis, al tiempo que celebró la “unidad de los pueblos de América Latina y el Caribe” como respuesta colectiva a las políticas impulsadas desde Washington.
Activistas en Miami y opositores dentro de la isla lo acusaron de repetir el “guion de propaganda del régimen” sin reconocer los problemas estructurales internos que han llevado al país al colapso: la corrupción, la falta de libertades políticas, el control estatal de la economía y el éxodo masivo de ciudadanos.
“Elián fue víctima de una manipulación política desde su infancia, y hoy repite el mismo discurso que le inculcaron”, opinó un exiliado. Otros señalaron que mientras el diputado culpa a Estados Unidos, en Cuba escasean los alimentos, los medicamentos y los apagones se han vuelto una rutina diaria.
Contexto actual de la isla
Las declaraciones de González se producen en un momento especialmente delicado para Cuba. El país enfrenta una de sus peores crisis en seis décadas, con una inflación desbordada, colapso energético, desplome del turismo y un éxodo migratorio que ha superado el de los años noventa.
Según datos del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., más de 500.000 cubanos han llegado a territorio estadounidense desde 2021, la cifra más alta desde el éxodo del Mariel.
El gobierno de Miguel Díaz-Canel insiste en que el levantamiento del embargo es la condición indispensable para reactivar la economía, mientras que Washington sostiene que las reformas deben comenzar dentro del propio sistema cubano.
Entre la lealtad y la instrumentalización política
La participación de Elián González en foros internacionales como este forma parte de una estrategia del régimen para proyectar una imagen de continuidad generacional y resistencia ante las presiones externas. Su figura combina una narrativa de lealtad con un trasfondo de propaganda política que sigue polarizando a la opinión pública, especialmente entre la comunidad cubana en el exterior.