El príncipe Carlos será el primer miembro de la familia real británica en visitar Cuba

El príncipe Carlos se convertirá en el primer miembro de la Familia Real en visitar Cuba en una histórica gira oficial el próximo año.

La visita pionera a la isla aún se encuentra en las etapas iniciales de planificación y aún no se ha confirmado.

Pero los funcionarios gubernamentales de ambos países tienen «muchas esperanzas» de que sucederá en los próximos meses, posiblemente tan pronto como en la primavera, según el diario británico The Daily Mail.

Se entiende que Carlos se reunió con Miguel Díaz-Canel, en Clarence House el mes pasado.

El viaje, que será parte de una gira por el Caribe a gran escala, habría sido impensable hace unos años, ya que Cuba estaba bajo decadas de liderazgo cono Castro, pero con el «cambio», si al menos en la imagen pública, ha propiciado el acercamiento .

Dado que la Reina ya no realiza viajes al extranjero, los viajes oficiales del príncipe son similares a una visita de estado y serán vistos como un avance significativo en las relaciones de Gran Bretaña con la antigua Cuba apoyada por los soviéticos, particularmente en un mundo posterior al Brexit, comunicó el medio.

La Oficina de Asuntos Exteriores y Commonwealth considera que los viajes reales son un arma importante en su arsenal diplomático, un despliegue al que Whitehall se refiere a menudo como «poder blando».

Se considera que muchos miembros de la realeza, especialmente Charles, tienen la capacidad de abrir puertas en partes del mundo donde los políticos simplemente no pueden, allanando el camino para negociaciones de alto nivel por parte de ministros y diplomáticos.

La agenda del Reino Unido es variada pero han dicho recientemente a las Naciones Unidas que reconoce los pasos positivos de Cuba en la lucha contra la trata de personas, pero sigue preocupado por las restricciones a la libertad de expresión y el trato a los prisioneros, cuestiones que se espera que Charles plantee de manera indirecta.

Sin embargo, Charles, de 70 años, que estará acompañado por su esposa, la duquesa de Cornualles, de 71 años, tendrá que andar con cuidado, ya que es probable que la visita sin precedentes se vea con cautela desde los Estados Unidos debido a las sanciones y política hacia la isla de la actual administración.