
«¿Cómo es posible que cada año haya sido evaluado de excelente y ahora se me separe y acuse?», preguntó.
Pérez explicó que en las últimas tres décadas, en las cuales siempre trabajó para la Universidad de La Habana, visitó al menos 50 centros estudiantiles estadounidenses sin problemas.
«Yo sigo siendo un revolucionario y un nacionalista, y comparto muchas de las medidas que está tomando Raúl Castro», señaló Pérez. Sin embargo, reconoció que desde algunos sectores del poder en la isla hay poca tolerancia hacia las críticas, aunque sean constructivas.
Cuando se le preguntó si su expulsión tenía que ver de manera directa con el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba o el actual momento de las reformas, Pérez dijo que no era «una operación articulada con otras en este momento. Es un proceso paulatino».
Previamente a la visita del presidente Obama a Cuba, el economista había incitando al gobierno no frenar las reformas en el país, las cuales consideraba muy lentas.
Al parecer, los tropiezos comenzaron en 2013, cuando Pérez fue retirado de la dirección del centro del que ahora fue expulsado para dejarlo sólo como investigador, pues defendió a colaboradores que querían publicar en medios no oficiales.
También se le retiró la membresía del Partido Comunista a mediados de ese año. Muchos consideran que el despido del critico economista vine del más alto nivel del gobierno cubano.
«Cada cierto tiempo hay este tipo de acciones», comentó Pérez. Considera que lo que se busca con las sanciones o los llamados de atención por parte de las autoridades es lograr un efecto «ejemplarizante» en diferentes sectores intelectuales o académicos cuando estos hacen alguna crítica.
					





3 Comentarios