Un hombre de Florida ha presentado una demanda contra Walt Disney World tras sufrir graves lesiones en un tobogán acuático, alegando que el parque no tomó las precauciones necesarias para garantizar su seguridad. Eugene Strickland, quien pesa 334 libras, asegura que el famoso tobogán conocido como Downhill Double Dipper, ubicado en Blizzard Beach, le causó daños permanentes.
Este caso ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad de los parques temáticos y el cumplimiento de las normas de seguridad por parte de los visitantes. Según documentos legales, Strickland visitó Blizzard Beach en julio de 2021 y decidió subir al Downhill Double Dipper, un tobogán acuático de alta velocidad que permite a los usuarios competir en tubos paralelos.
Este tobogán tiene un límite de peso publicado de 300 libras para los pasajeros individuales, un límite que Strickland superaba por más de 30 libras. La demanda indica que, debido a la velocidad intensa y al diseño del tobogán, el tubo inflable en el que viajaba Strickland se deslizó de debajo de él lo que provocó que quedara suspendido en el aire unos segundos y después impactara fuertemente contra la superficie del tobogán. El impacto le causó lesiones catastróficas y una calidad de vida disminuida según Eugene Strickland.
Los abogados de Strickland sostienen que Walt Disney World no cumplió con su deber de proteger a los visitantes al no hacer cumplir el límite de peso establecido para el tobogán. Además, acusan al parque de no haber advertido adecuadamente sobre los riesgos asociados con el uso del Downhill Double Dipper para personas que excedan ese límite.
En su demanda, se menciona que la American Society for Testing and Materials (ASTM) recomienda un límite de peso de 300 libras para toboganes acuáticos de un solo pasajero, una norma que Disney supuestamente no monitoreó estrictamente. Esta presunta falta de supervisión contribuyó, según la demanda, al accidente y a las consecuencias de salud que enfrentó Strickland.
Por otro lado, Disney podría argumentar que el límite de peso estaba claramente indicado en las señales del parque y que Strickland decidió subir al tobogán a pesar de excederlo. En los parques temáticos, se espera que los visitantes respeten las normas de seguridad para prevenir accidentes. Esta situación abre un debate importante: ¿debería Disney haber hecho más para impedir que Strickland usara el tobogán? ¿O la responsabilidad recae en el visitante por ignorar las reglas?
Este caso no es el primero en el que Disney enfrenta demandas relacionadas con la seguridad de sus visitantes. A lo largo de los años, la compañía ha lidiado con controversias que van desde problemas de control de multitudes hasta incidentes con alergias alimentarias. Sin embargo, la demanda de Strickland destaca un aspecto particular: cómo los parques temáticos manejan las restricciones de peso y comunican los riesgos asociados a sus atracciones.
En las redes sociales algunos consideran que el caso es un claro ejemplo de responsabilidad personal, argumentando que Strickland debió respetar el límite de peso y no subirse al tobogán si superaba ese requisito. Otros, en cambio, defienden que Disney tiene la obligación de hacer cumplir sus normas para proteger a todos los visitantes, especialmente en atracciones con riesgos potenciales.
La resolución de esta demanda podría sentar un precedente para la industria, obligando a los parques a revisar sus protocolos de seguridad y las formas en que comunican y aplican sus reglas. La búsqueda de un equilibrio entre ofrecer experiencias emocionantes y garantizar la seguridad es un desafío constante para estos recintos de entretenimiento.
El caso de Strickland contra Walt Disney World es un recordatorio de la importancia de respetar las normas de seguridad en los parques temáticos, tanto por parte de los visitantes como de las empresas operadoras. Mientras el litigio continúa, la atención se centra en cómo se definirá la responsabilidad y qué medidas se implementarán para evitar incidentes similares en el futuro.