Como siempre el cubano busca como resolver cuando el gobierno pone trabas, ahora los boteros o taxistas particulares compran los recibos de gasolina o petróleo a la empresa Cupet para poder justificar el combustible que estos compran por la izquierda.
Ahora las recientes regulaciones impuestas por las autoridades del tránsito han obligado a los boteros o choferes de almendrones a buscar soluciones. Esto no es nuevo en Cuba siempre ha existido pero se reinventa cuando el cinturón aprieta.
Puede ser que aliven la situación actual del problemático transporte público, pero los almendrones no solo devienen un vestigio de una sociedad subdesarrollada, sino que contribuyen hoy a una cadena corrupta que fomenta la desviación del combustible otorgado a centros laborales y es ahora permisiva con la venta de recibos “por la izquierda” en las gasolineras (Cupet) de La Habana.
¿Cúal es la trampa? Cupet, o los garages que pertenecen a la empresa en este caso, se niega a dar el recibo tras una transacción legal hecha por otros dueños de autos particulares, luego los que despachan en estas gasolineras conservan los recibos para venderlos después a los choferes interesados.
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