Los números de quejas y comentarios aumentan cada vez más por el grave problema del consumo de bebidas alcohólicas en lugares públicos o inadecuados, y no se encuentra solución a través del Poder Popular. Las personas se quejan con los delegados de los CDR o los jefes de sector de la PNR y no llega ninguna solución.
A cualquier hora y cualquier día se pueden ver grupos de personas cerca de «quioscos» o en las guaguas tomando ron o cerveza. La gente prefiere ir a otras tiendas que no estén en lugares peligrosos, pues en las afueras de los centros comerciales se juntan hasta 20 personas gritando y molestando a los que van a hacer compras, con música altísima y sin ningún respeto por los que pasan por allí. En zonas capitalinas se han reportado casos de alta violencia, con armas blancas o botellas, y las personas prefieren caminar más lejos e ir a lugares seguros.
Psicólogos y sociólogos que han tratado el tema en los medios lo relacionan con las familias disfuncionales y la falta de espacios para la llamada recreación sana. Pero los ciudadanos cuentan que cuando empezó el periodo especial el propio Gobierno fue el que favoreció la venta a granel de cerveza y de vino espumoso y había pipas con alcohol desde horas tempranas, e incluso en las cercanías de los colegios.
El gobierno no ha regulado nunca esta situación, y todos están siendo afectados por este mal.
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