Una cubana residente en Estados Unidos, y madre de dos niñas, reflexionó en redes sobre la difícil decisión que muchas mujeres de cualquier nacionalidad han tenido que tomar, de emigrar ya sean solas o con sus hijos.
«Este video es para todas las madres que de una forma u otra han tenido que emigrar y han tenido que dejar a sus hijos atrás. Yo siento que muchas veces a esas madres que han tenido que dejar a sus hijos atrás, porque han salido a buscar una mejor vida, o porque simplemente no los han querido arriesgar a una travesía… eso no te hace ni menos madre ni hace más madre a quien viene con sus hijos», expresó @fanylachyysubanda, a través de un vídeo publicado en TikTok.
Sobre su propia experiencia, de llegar al país de las oportunidades con sus hijas y esposo reveló: «pasamos mucho trabajo y esas cosas nosotros las sufríamos porque es muy duro cuando tú empiezas desde cero con niños… tú pasas hambre, pasa hambre tu esposo, pero cuando pasa con los hijos, se siente muy diferente, duele mucho».
«Hay muchas mujeres, y no solamente cubanas, mexicanas, de cualquier país… que miran a Estados Unidos y lo hacen solas, y después traen a sus hijos porque quieren estabilizarse aquí», indicó.
Fany pidió a estas madres no sentirse mal por haber tomado esta dura decisión de vida, ya que considera que «todas» son «guerreras» que merecen una oportunidad y que luchan por sacar adelante a su familia.
El mensaje de la isleña fue muy recibido en TikTok, donde muchas internautas que han pasado por esta situación pidieron no juzgar a otros por hacer lo que consideran mejor con las opciones que tienen.
«Es muy difícil, y creo que todos tenemos que tener mucha empatía con este tema», «Yo creo que es muy doloroso para esas madres, es un sacrificio muy grande y un dolor en el corazón enorme», «Yo llevo siete años sin ver a mi hijo, es muy fuerte estar lejos de él», «Lo que callamos los migrantes», son algunos de los comentarios que se leen al pie del corto vídeo.
«Yo vine en el ’94 como balsera hacia la Base Naval de Guantánamo, y no es fácil arriesgar la vida de un hijo, y no lo volvería a hacer. Yo vine con mi hijo de seis años y lo abrazaba tan fuerte, y solo le pedía a Dios que me cuidara, venir en balsa no es fácil», confesó otra cubana tocada por la reflexión.