Congresistas republicanos están preocupados por la seguridad aeroportuaria que brinda la isla y han acusado este martes al Gobierno del presidente Barack Obama de descuidar la seguridad por su prisa en restablecer la aviación comercial con Cuba a mediados de 2016, según los detalles de AP.
Michael McCaul, presidente de la comisión de seguridad nacional de la cámara baja, dijo que los planes gubernamentales para abrir vuelos comerciales directos a Cuba «son adelantados con premura innecesaria. Exiten preocupaciones graves de seguridad que parecen ocupar un papel secundario ante la construcción de un legado político».
John Katko, presidente de la subcomisión para la seguridad en el transporte, precisó que funcionarios estadounidenses le comunicaron en marzo que Cuba no posee equipos para detectar explosivos, que el escuadrón canino antiexplosivo recibe entrenamiento deficiente, que la Isla posee solo dos escáner de cuerpo entero —ambos en La Habana— y que Estados Unidos desconoce si el personal aeroportuario cubano es sometido a revisión para detectar vínculos con terrorismo.
«Estas son las preocupaciones y son multifacéticas y serias», indicó Katko durante una audiencia celebrada por la subcomisión.
Estados Unidos y Cuba firmaron en febrero un acuerdo para reanudar la aviación comercial luego de más de 50 años, mediante el cual se estima que para fines de 2016 decenas de vuelos estarán cubriendo las rutas entre ambos países.
Las aerolíneas estadounidenses podrán comenzar a competir para cubrir 110 vuelos diarios, desde y hacia 10 terminales aéreos cubanos.
Una delegación conjunta de funcionarios gubernamentales presentó un documento a la comisión, según el cual la Agencia para la Seguridad Aeroportuaria, TSA por sus siglas en inglés, ha verificado que siete aeropuertos cubanos cumplen con parámetros internacionales de seguridad, estos son los aeropuertos La Habana, Cienfuegos, Camagüey, Holguín, Manzanillo, Santiago y Santa Clara.
Los funcionarios agregaron que durante el transcurso de 2016 podrían iniciarse vuelos directos a otros tres aeropuertos: Matanzas, Cayo Coco y Cayo Largo.
«Gracias al trabajo conjunto de TSA y nuestra contraparte cubana, hemos logrado progreso importante en esta sociedad de seguridad aeroportuaria», reza el documento. «Los funcionarios cubanos son muy profesionales y deseosos de alcanzar la mejor seguridad posible. Mantienen los parámetros de seguridad en todos los aeropuertos con vuelos directos (a Estados Unidos), pese a su acceso limitado a equipos y entrenamiento».
Se espera que el Gobierno estadounidense otorgue a mediados de 2016 los permisos para operar rutas. Al menos ocho aerolíneas habían presentado en marzo solicitudes ante el Departamento de Transporte.
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