Los congresistas cubanoamericanos de Florida, Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos A. Giménez, exigieron este lunes al gobierno de Estados Unidos que congele los activos internacionales del conglomerado militar cubano GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A.), tras un reportaje del Miami Herald que destapó la existencia de un fondo oculto superior a los 18 000 millones de dólares en manos de la élite militar de la isla.
La investigación periodística reveló que 14 500 millones de estos fondos se encuentran depositados en cuentas bancarias fuera de Cuba, cuyo paradero no ha sido revelado, y que GAESA obtuvo 2 100 millones de dólares en ganancias netas en el primer trimestre de 2024. En los primeros ocho meses de 2023, las utilidades del conglomerado ascendieron a 7 200 millones de dólares. Todo ello mientras la población cubana enfrenta apagones prolongados, una crisis eléctrica sin precedentes y una aguda escasez de alimentos y medicinas.
Reacciones en Washington: sanciones y bloqueo de fondos
El congresista Carlos Giménez afirmó que coordina acciones con el secretario de Estado Marco Rubio para usar “todas las herramientas diplomáticas y legales disponibles” con el objetivo de congelar estos activos, así como presionar a gobiernos y bancos extranjeros que continúen colaborando con el régimen cubano.
Díaz-Balart recordó que su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2026 contempla prohibir que Estados Unidos otorgue asistencia a países o entidades que mantengan vínculos comerciales con empresas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas.
Por su parte, María Elvira Salazar subrayó que “el verdadero embargo que sufre Cuba es el de la dictadura” y acusó a GAESA de usar sus recursos para reforzar la represión interna, en lugar de mejorar las condiciones de vida de la población.
Silencio oficial y cuestionamientos internacionales
Hasta la fecha, el gobierno de Miguel Díaz-Canel no ha emitido comentarios oficiales sobre las cifras reveladas. El día de la publicación del reportaje, el mandatario compartió en redes sociales mensajes sobre actividades deportivas y culturales, eludiendo cualquier referencia al tema.
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado difundió el artículo en su cuenta oficial de X (antes Twitter) con una pregunta directa: “Si el dinero secreto del ejército cubano no está cubriendo las necesidades del pueblo, ¿para qué se está utilizando y quién gobierna realmente Cuba?”.
GAESA: el corazón económico del régimen
Creado en 1994 y bajo control absoluto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, GAESA administra gran parte de la economía cubana a través de decenas de empresas en sectores estratégicos:
- Turismo: cadenas hoteleras, agencias de viajes y centros recreativos.
- Comercio minorista: tiendas en divisas y cadenas de supermercados.
- Transporte y logística: navieras, aerolíneas y almacenes.
- Remesas y finanzas: bancos y entidades de transferencia de dinero.
- Construcción e infraestructura.
Su estructura y operaciones se manejan con total opacidad, sin control parlamentario ni auditorías públicas. En 2016, el Departamento del Tesoro de EE.UU. incluyó a varias de sus empresas en la lista de entidades restringidas, prohibiendo a ciudadanos y compañías estadounidenses realizar transacciones con ellas.
Antecedentes de presión internacional
Las sanciones contra GAESA se intensificaron durante la administración de Donald Trump, que cerró las puertas a transacciones con empresas del conglomerado. En 2021, el gobierno de Joe Biden mantuvo gran parte de esas restricciones, aunque flexibilizó ciertos canales de viaje y remesas.
La nueva propuesta de los congresistas republicanos busca ir un paso más allá: no solo limitar el comercio con GAESA, sino bloquear y congelar sus activos en el extranjero, lo que podría afectar su liquidez y capacidad de inversión fuera de la isla. De concretarse, esta medida dependería de la cooperación de otros países, especialmente aquellos donde el conglomerado mantiene depósitos, inversiones o propiedades.
Impacto potencial en Cuba y en la política estadounidense
El congelamiento de fondos podría representar un golpe directo al núcleo financiero del régimen cubano, debilitando su capacidad para sostener empresas estatales deficitarias y financiar operaciones de control social. Sin embargo, analistas advierten que el impacto en la vida diaria de los cubanos sería incierto, dado que el gobierno podría trasladar el costo de las pérdidas a la población mediante más impuestos, recortes y precios más altos en el comercio minorista.
En el plano político, esta ofensiva legislativa coincide con el año previo a las elecciones presidenciales de 2026, en el que los congresistas republicanos de Florida refuerzan su imagen de firmeza frente al castrismo, un mensaje clave para el electorado cubanoamericano.
Un debate abierto
Las revelaciones sobre el fondo secreto de GAESA reavivan el debate sobre la efectividad de las sanciones y la verdadera estructura de poder en Cuba. Para sus críticos, se trata de una prueba más de que la cúpula militar concentra la riqueza nacional mientras el pueblo enfrenta penurias; para el régimen, cualquier acción de Washington será presentada como una agresión externa y una excusa para justificar la crisis interna.
Lo cierto es que, con esta nueva ofensiva, GAESA vuelve a colocarse en el centro del tablero político y diplomático entre La Habana y Washington.