
Este fin de semana se produjeron protestas en varias ciudades del país motivadas por los operativos antiinmigrantes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y el envío de tropas del ejército de EE.UU a Washington en conmemoración del 250 aniversario del mismo que coincidían con el cumpleaños 79 del presidente Donald Trump.
En ese contexto el congresista republicano Carlos Giménez dijo en el programa This Week In South Florida with Glenna Milberg que tanto él como sus colegas Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar también representantes por la Florida sostuvieron una conversación hace poco con la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem acerca de la urgencia de hacer algún que otro cambio en la política migratoria del país.
«Apoyamos las acciones de Noem en la deportación de criminales, pandilleros, aquellos que tienen órdenes de deportación activas», comentó Giménez en el intercambio. La estrategia del mandatario estadounidense busca eliminar programas de libertad condicional que permitieron la entrada de más de medio millón de inmigrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití y que ahora están en peligro de ser deportados a sus respectivos países de donde muchos escaparon por la represión política y la violencia social.
Giménez expresó que la anulación de los permisos laborales de los programas de libertad condicional ha generado dificultades en la gestión de recursos humanos para muchos empleadores en el sur de Florida, lo que ha afectado sus operaciones comerciales. «Incluso los agentes de seguros, que llamaban y decían: ‘Tengo que despedir a 150 personas… y todos son agentes de seguros con licencia, pero tenían un permiso de trabajo y ahora no tienen permiso de trabajo’. Tenemos que cambiar eso», afirmó Carlos a Milberg.
Giménez destacó que su charla con Noem ocurrió antes de que la administración Trump emitiera la orden de suspender las detenciones realizadas por las agencias de inmigración en establecimientos como granjas, restaurantes y hoteles. «Nuestros grandes agricultores y la gente en el negocio de la hotelería y el ocio han estado declarando que nuestra política muy agresiva sobre la inmigración les está quitando a muy buenos trabajadores de larga data, y esos empleos son casi imposibles de reemplazar», escribió Donald Trump en Truth Social y advirtió que avecinan transformaciones en ese sentido.
Durante el evento TWISF, Kevin Chambliss, un demócrata del Distrito 117 de Florida, expresó su inquietud por la detención de personas que no tienen antecedentes delictivos. En el mes de mayo, Stephen Miller, quien ocupaba el cargo de jefe de gabinete en la Casa Blanca durante la administración de Trump, comunicó a Fox News su intención de establecer una meta de al menos 3.000 detenciones diarias por parte de ICE.
Por otro lado, Alex Rizo, legislador republicano del Distrito 112 de Florida comentó en el programa que el mandatario estadounidense no tenía una postura contra los inmigrantes sino más bien abarca las ilegalidades en el país y hasta el momento cuenta con un rotundo éxito. «La crisis en la frontera ha cambiado totalmente», confirmó el político quien agregó que sus compatriotas republicanos dentro del Estado del Sol seguirán respaldando las medidas migratorias de Trump.
El gobernador Ron DeSantis pidió a las autoridades locales que trabajen junto con las agencias federales de inmigración, y ha señalado que aquellos que se nieguen a hacerlo están infringiendo la legislación sobre las ciudades designadas como santuario.
«Esta es una decisión facultativa; no es un mandato», manifestó a TWISF Javier Fernández, alcalde de Miami South motivado por una demanda la cual sostiene que la implementación de las funciones de ICE podría traer consigo serios inconvenientes financieros para la policía local.
Fernández mencionó que aguardaba la decisión de un magistrado respecto a la demanda presentada por su localidad, la cual el fiscal general de Florida, James William Uthmeier, solicitaba que fuera desechada.