Conductor de un autobús atropella a un niño de 9 años provocando su muerte en el condado de Orange

Ambulancia. Foto: blurAZ / Shutterstock.com

Este martes fue atropellado por un autobús escolar que pertenece a las escuelas públicas del condado de Orange un niño de 9 años, quien lamentablemente falleció al instante.

El trágico incidente se produjo aproximadamente a las 3:47 pm cerca del complejo de apartamentos Waterford East, en Wharf Lane, Orlando.


La víctima fue identificada como Elyas Amyr Marshall-Rodríguez y era estudiante de la escuela primaria Lawton Chiles, en Orange.

Según el reporte oficial de Patrullas de Carreteras de Florida (FHP) el menor se bajó del autobús en el mentado lugar y posteriormente se dirigió corriendo hacia el vehículo, arrastrándose por debajo de este al parecer para recoger un balón de fútbol, siendo impactado por la rueda trasera derecha.

El conductor, de 54 años, cuya identidad no ha trascendido, se mantuvo en el sitio del accidente colaborando con los investigadores.

La Oficina del Médico Forense del Condado de Orange determinó que la muerte fue causada por un traumatismo craneoencefálico.

La superintendente del Distrito Escolar del condado Orange, María Vázquez, manifestó sus condolencias a sus seres queridos en un comunicado de prensa.


Igualmente, recurrió a las redes sociales, alegando: «perder a un niño de forma tan repentina y trágica es extremadamente difícil, especialmente para la familia y los amigos.

Además, destacó que el distrito está cooperando con la investigación.

La directora de la escuela, Erin Willis, por su parte, indicó ayer en un comunicado: «Sé que hablo en nombre de toda nuestra comunidad cuando expreso el terrible dolor que todos sentimos. Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia mientras atraviesan este momento extremadamente difícil».

Asimismo, agregó que los niños más afectados serán atendidos por consejeros para ayudarlos a lidiar con esta dolorosa pérdida.

Uno de sus familiares señaló: «Elyas era un niño resiliente, lleno de energía y con alegría de vivir. Superó el cáncer de linfoma (leucemia) que le diagnosticaron cuando tenía dos años. A pesar de este viaje agotador, siempre tenía una sonrisa en el rostro y había estado en remisión. Realmente era un niño extrovertido y cariñoso. Amaba el fútbol y soñaba con jugar en la NFL. Sus vecinos y amigos lo amaban en toda su comunidad en Waterford East».


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