Carlos Isaac, inmigrante cubano que llegó a Estados Unidos con tan solo $4 pesos, pero con esfuerzo, dedicación y las oportunidades que ofrece esa nación puede decir que ha logrado convertirse en un prestigioso chef en el centro de Fort Myers, Florida, cumpliendo así el sueño americano.
Sobre sus vivencias en Cuba dijo durante una entrevista con un medio local:
“Racionaban todo para todos; no había comida. A veces nos acostábamos sin comer. Mi madre, una mujer pobre, salía en busca de cosas que pudiera intercambiar y vender por comida”
Isaac recuerda que su madre hizo todo lo posible por ayudarlo y que su familia no pasara hambre: “Ella llegaba a casa a la 1 de la mañana o a las 2, y comenzaba a cocinar en ese momento. Nos despertaba a las 2 o 3 de la mañana para decirnos que nos había preparado comida. Fueron tiempos muy difíciles”.
Sus jornadas de trabajo en la isla eran de 16 horas seis días a la semana por un salario de $6 al mes: “Perdí toda esperanza en Cuba”, por lo que tanto él cómo su familia anhelaba irse del país.
“Mi padre fue encarcelado por luchar para brindarnos una vida mejor. Fue encarcelado por intentar venir a este país”
Cuenta Isaac que cuando su padre salió de prisión, viajaron hacia Estados Unidos como refugiados políticos: “No tenía nada, solo $4 en mi bolsillo”.
Para alcanzar el éxito, no fue tan fácil, tuvo varios empleos, varios negocios fallidos, pero nada hizo que dejara de intentar ser dueño de un restaurante.
“Hoy puedo decir que estoy viviendo el Sueño Americano”, ahora tiene un restaurante al que nombró “Beans”: “Es algo tan hermoso. Sé que están muy orgullosos de mí, al igual que mis hermanos y hermanas”.
. “Este es el mejor país del mundo. Doy muchas gracias a Dios por estar en este país porque aquí tienes la oportunidad. Aquí trabajas duro, luchas, te sacrificas y puedes lograrlo”, agregó Isaac quien desea inspirar a otros hispanos a creer en que el Sueño Americano es alcanzable. Solo se necesita esfuerzo constante y la determinación de superar cada obstáculo para lograrlo.
