Casi cuatro años más tarde, Sanders está listo para presentar un nuevo «Medicare para todos» proyecto de ley de salud con casi un tercio del caucus del Senado demócrata a su lado.
La legislación será revelada el miércoles por la tarde en Washington, un poco más de seis semanas después que la lucha de todo el partido por preservar Obamacare asegurara un respiro estrecho en el piso del Senado. El plan de Sanders, aunque muerto a la llegada en un Congreso controlado por los republicanos, ofrecerá un plan para reformar fundamentalmente el sistema de salud estadounidense, trasladando al país a un programa administrado por un «solo pagador».
Bajo la propuesta de Sanders, los estadounidenses recibirían una «tarjeta universal de Medicare» que sería un boleto para servicios integrales de atención médica, incluyendo estancias en el hospital, visitas al médico, tratamiento de abuso de sustancias, dental, visión y cuidado reproductivo.
Sin embargo, los consumidores pueden tener que pagar hasta $ 250 de bolsillo por medicamentos recetados, con incentivos para usar medicamentos genéricos. Sanders, que ha sido vocal sobre la reducción de los precios de los medicamentos, permitiría al gobierno negociar con las compañías farmacéuticas.
El cuidado a largo plazo, que Sanders había incluido en la versión que dio a conocer durante su campaña presidencial el año pasado, no será cubierto. Se tratará en una legislación separada, dijo a CNN un asesor de Sanders.
El proyecto de ley exige la eliminación de los premiums para el seguro médico privado, deducibles y copagos. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses y las empresas pagarán lo que Sanders dice es una porción mucho menor de sus ingresos para financiar el programa.
Mientras que la nueva legislación aún no ha sido anotada, el programa que Sanders lanzó en la campaña electoral llegó con un precio anual estimado de casi 1,4 trillones de dólares, pagado en parte por un nuevo impuesto propuesto de 2,2% para todos los estadounidenses, 6.2% impuesto sobre los empleadores y una nueva ronda de alzas de impuestos a los ricos.
El plan de Sanders aborda una de las preguntas más difíciles que enfrentan estas propuestas: cómo eliminar gradualmente el sistema actual que depende principalmente de los planes privados patrocinados por el empleador, sin crear una interrupción en la atención.
La respuesta, de acuerdo con esta nueva versión del proyecto de ley, es ponerla en marcha durante un período de transición de cuatro años, un proceso del cual la senadora de Nueva York Kirsten Gillibrand y su oficina formaron gran parte.
La ley fortalecería a Medicare – agregando cobertura dental, de visión y auditiva – en su primer año, mientras que reduciría la edad de elegibilidad a 55 años. Los niños, hasta los 18 años, también tendrían acceso inmediato al plan administrado por el gobierno . Durante los próximos dos años, la edad de Medicare bajaría a 45 y luego a 35 años. Para el cuarto año, todos serían elegibles.
A pesar de los considerables obstáculos legislativos en su camino, el concepto de pagador único como concepto está ganando terreno entre el público. Un 53% de los estadounidenses apoya un plan nacional de salud, según una encuesta realizada en junio por la Kaiser Family Foundation. Eso es más del 50% del año pasado y del 40% entre 1998 y 2000.
También la propuesta es notablemente creciente en popularidad entre algunos de los más ambiciosos dirigentes demócratas – un grupo de senadores ha mostrado interés en postularse para la nominación presidencial del partido en 2020.
El senador de California Kamala Harris fue el primero en anunciar planes para copatrocinar el proyecto de ley, seguido por la senadora Elizabeth Warren. El senador de Nueva Jersey Cory Booker y Gillibrand hicieron públicos sus planes el lunes y el martes. Los nombres, algunos esperados, otros menos, han ido saliendo a la luz en las últimas 48 horas.
Sin embargo, las ausencias notables incluyeron al líder de la minoría del Senado Chuck Schumer, al senador de Ohio Sherrod Brown, al senador de California Dianne Feinstein y al candidato a la vicepresidencia 2016 del partido, el senador Tim Kaine de Virginia. De los tres últimos, todos para la reelección en 2018, sólo se espera que Brown se enfrente a un serio desafío republicano.
Los activistas de un «solo pagador», en su mayoría del movimiento de base progresista que alimentó la campaña presidencial de Sanders en 2016, están encantados con esta propuesta de precedente histórico, después de años estancados al margen del debate.
«Este es un momento especialmente gratificante para las decenas de miles de enfermeras en los EE.UU. que han dedicado años de esfuerzo para transformar nuestro sistema de salud de una industria de especulación basada en la codicia y el sufrimiento a la necesidad de los pacientes y la curación» RoseAnn DeMoro dijo en un comunicado.
Ella calificó la introducción del proyecto de ley como «un producto directo de cómo el Senador Sanders hizo de Medicare para todos, y la atención médica como un derecho humano, un asunto de su campaña».
