Arrestan en Cuba a cuatro cubanos responsables de la muerte de un motorista en Holguín

Tras varios días desaparecido, fue encontrado sin vida este martes el motorista de Holguín, Armando Argelio Pérez Zaldívar.

En una nota emitida por el MININT a través de la emisora local Radio Angulo, explica que fueron detenidos cuatro ciudadanos entre 29 y 33 años de edad, tres de ellos con antecedentes penales, a uno de ellos se le ocupó la moto del fallecido, ya desarmada.

Según indica la información: «Durante los interrogatorios, dos de ellos confesaron haberlo asesinado y enterrado en una zona despoblada y de abundante vegetación en la localidad de San Andrés, lugar donde fue encontrado».

También informan que el objetivo del crimen era saldar una deuda de 50 mil pesos, por lo que deciden cometer el delito para apropiarse de la moto y poder venderla.

La víctima había salido de su casa el 24 de diciembre hacia el consejo popular en la región nordeste del municipio cabecera, al no regresar la familia hizo la denuncia como ausente a su domicilio.

En la nota emitida manifiestan que: «Los autores serán juzgados en correspondencia con la legislación vigente en nuestro país»

Una usuaria en su cuenta de Facebook llamada Lianet Roca Romero, publicó la noticia que la familia del motorista de Holguín, Armando Argelio Pérez Zaldívar más conocido por Mandy fue informada  oficialmente que el cuerpo de este fue encontrado sin vida:

“Damos la triste noticia de que a las 4 de la mañana nos informaron que el cuerpo de Armando Argelio Perez Zaldivar fue encontrado sin vida, damos gracias a todos aquellos que estuvieron al tanto de su desapareción”

Alertan desde el club de motos eléctricas de Cuba sobre la preocupante ola de asaltos principalmente en La Habana:

«Tanto de noche como de día, tanto en zona buena, como en zona mala», «Desde Moto Eléctrica Cuba pedimos al gobierno que ¡haga algo al respecto ya! (…) no nos sentimos seguros, esta ola de asaltos que se vienen viendo en las redes sociales a mano armada, cuchillos, soga, machete, pedradas, ¡ya es demasiado!»