En el día de hoy el alcalde de Newark, Ras Baraka, fue detenido en un centro de detención migratoria federal, lugar donde ha estado manifestándose en contra de su apertura reciente, según informó un fiscal federal.
Según explicó en su cuenta de X la fiscal federal interina de New Jersey, Alina Habba, Baraka desatendió las indicaciones que le hicieron los oficiales de Seguridad Nacional sobre la retirada de Delaney Hall y llevó a cabo un ingreso ilegal en el centro de detención que opera el GEO Group.
El alcalde del partido demócrata busca reemplazar al gobernador Phil Murphy y ha apoyado la batalla contra la actual administración estadounidense en relación con sus políticas migratorias antiinmigrantes.
Se ha opuesto firmemente a la edificación y puesta en funcionamiento del centro penitenciario con capacidad para 1.000 personas, alegando que su inauguración no debería llevarse a cabo por inconvenientes relacionados con la autorización de la construcción.
De acuerdo con testimonios de personas que estuvieron entre el intercambio de los agentes y el alcalde la detención se materializó después que Baraka intentó participar en un recorrido por las instalaciones de conjunto LaMonica McIver, Bonnie Watson Coleman y Robert Menéndez, integrantes del Congreso de New Jersey
Al ser impedida su entrada por los funcionarios del gobierno federal, se generó un intenso debate, afirmó Viri Martínez, una activista de la Alianza de Nueva Jersey por la Justicia de los Inmigrantes. La disputa persistió incluso tras el regreso de Baraka al área pública junto a las puertas.
«Hubo gritos y empujones. Entonces los oficiales rodearon a Baraka. Tiraron al suelo a uno de los organizadores. Le pusieron las esposas a Baraka y lo metieron en un coche sin identificación», confirmó Martínez. En un post en sus redes sociales Habba mencionó que había «optado por ignorar la ley», además destacó que había sido detenido por los agentes federales.
En un comunicado el Departamento de Seguridad Nacional informó que cuando un autobús con arrestados llegó Delaney Hall un grupo de manifestantes entre ellos dos miembros de la Cámara de Representantes de EE.UU irrumpieron en la puerta e ingresaron en el centro de detención.
«Va más allá de un extraño truco político», dijo Tricia McLaughlin, subsecretaria en el comunicado y agregó que esa actitud comprometía la seguridad de los individuos bajo custodia y de los agentes.
«Los miembros del Congreso no están por encima de la ley y no pueden irrumpir ilegalmente en los centros de detención», comentó Tricia y añadió que si estas personas hubieran solicitado el permiso para realizar el recorrido por las instalaciones se les hubiese concedido.
La oficina mencionó que el establecimiento posee las licencias necesarias y que se han concedido las aprobaciones para las verificaciones.
En la tarde de este viernes se enviaron correos electrónicos, así como mensajes por teléfono, pero no se recibieron respuestas a los mismos. El vocero de la campaña de Baraka, Kabir Moss manifestó su preocupación por este incidente. «Estamos monitoreando activamente y proporcionaremos más detalles a medida que estén disponibles», destacó.
La estructura de dos niveles, situada al lado de una cárcel del condado, había sido antes un centro destinado a la rehabilitación social. En febrero las autoridades de ICE firmaron un contrato con Geo Group Inc. en el que le decía la gestión del centro de Newark por 15 años. El contrato se valoró en mil millones de dólares lo que representa un acuerdo millonario y extenso para ICE.
La propuesta formó parte de las estrategias del presidente Donald Trump para incrementar significativamente el número de camas de detención en todo el territorio nacional, partiendo de un presupuesto cercano a las 41,000 camas en el año en curso.
Baraka interpuso una demanda contra GEO Group poco tiempo después de que se hiciera pública la alianza.
