
Leonardo Padura continรบa siendo el mismo escritor contestatario y hรกbil que casi siempre nos muestra a travรฉs de su literatura una Habana que poco se conoce o al menos esa que no han querido mostrarnos la prensa y los medios de comunicaciรณn en Cuba.
Fue desde el propio inicio del llamado Periodo Especial (1991), que Padura nos llevรณ de la mano de su popular personaje, el ex policรญa y detective Mario Conde, para conocer historias de una Isla que atravesaba severas carencias materiales, pero tambiรฉn frecuentes deserciones, crisis de valores y equivocaciones polรญticas.
Quizรกs sea su alter ego, pero eso aรบn no lo ha confesado. Solo sabemos que Conde, el teniente medio impetuoso y ebrio de sus novelas, ademรกs de ser un escritor frustrado es sabio y astuto para moverse entre realidades de una ciudad plagada de mitos, leyendas y cotidianidades surrealistas.
Su mรกs reciente novela policiaca โLa transparencia del tiempoโ, nos sorprende ya con un Mario Conde de 60 aรฑos al que el tiempo indudablemente no ha perdonado, pero cuya capacidad para desentraรฑar crรญmenes aรบn permanece intacta.
โ (โฆ) La evidencia de una cantidad tajante, incluso de sonoridad obscena (sesenta, sesenta, algo se desinfla y estalla, sse-sssen-ta), se le habรญa presentado como una ratificaciรณn incontestable de lo que su fรญsico (rodillas, cintura y hombros oxidados; hรญ- gado envuelto en grasa; pene cada vez mรกs perezoso) y su espรญritu (sueรฑos, proyectos, deseos mitigados o para siempre extraviados) iban sintiendo desde hacรญa algรบn tiempo: la obscena llegada de la vejezโฆโ Asรญ nos describe a este Mario Conde que se nos presenta ahora en โLa transparencia del tiempoโ.
Todo comienza por una llamada telefรณnica. Su amigo del Pre de la Vรญbora, Bobby Roque Rosell lo sorprendiรณ en una maรฑana para pedirle que le ayudara a recuperar las joyas y antigรผedades que le han robado de su casa. Conde, sin exigir siquiera una compensaciรณn por su trabajo, no lo piensa dos veces. Muy pronto tendrรก la certeza de que no se trata de objetos de poco valor, sino mรกs bien de piezas procedentes del abuelo espaรฑol de Bobby que huyendo de la Guerra Civil, las trajo de una ermita del Pirineo catalรกn.
Para conducirse en esta bรบsqueda tendrรก que recurrir a la ayuda de su amigo Yoyi el Palomo, que aรฑos despuรฉs de โsalir del closetโ se convirtiรณ en uno de los traficantes de arte mรกs reconocidos en la Isla, con varios contactos dentro y fuera del paรญs para vender arte, valiรฉndose de sus amplios conocimientos.
Justo cuando descubre a uno de los sospechosos este termina siendo asesinado y con รฉl toda posibilidad de encontrar los autores del delito. Pero su sagacidad no se rinde y luego del asesinato de otro cรณmplice, acaba por desentraรฑar la putrefacta red de coleccionistas y galeristas que estaban detrรกs de la estatua de la virgen negra y las joyas robadas a Bobby.
Cada pรกgina es una perfecta oportunidad para ir tras la historia de esta valiosa virgen negra traรญda de la รบltima cruzada a una ermita del Pirineo por un tal Antoni Barral. Entonces, otro hombre tambiรฉn llamado Antonio Barral serรก quien la salve y se vea obligado a embarcar hacia La Habana.
โLa transparencia del tiempoโ, es la octava entrega de una saga protagonizada por Mario Conde que comenzara con: โPasado perfectoโ, โVientos de cuaresmaโ, โMรกscarasโ, โPaisaje de otoรฑoโ, โAdiรณs, Hemingwayโ, โLa neblina del ayerโ y โLa cola de la serpienteโ.
Desde el Premio Nacional de Literatura 2012 hasta el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, Padura ha sido galardonado por la crรญtica, pero tambiรฉn por el pรบblico dentro y fuera de Cuba.
Y es que quizรกs en su literatura no solo reflexionamos sobre una y muchas Cubas a la vez, sino que hayamos tambiรฉn preguntas y a veces respuestas a los conflictos de una sociedad.
โSolo respondo lo que me es posible, pero quedan otras preguntas en las que cuento con la complicidad de los lectoresโ, eso ha dicho Padura, quien es probablemente uno de los escritores cubanos contemporรกneos mรกs vendidos en el mundo.
Parece ser que Cuba y sus contradicciones, lejos de ser un tema exclusivo de los que habitamos en este archipiรฉlago, continรบan moviendo la fibra de muchas personas fuera esta Isla caribeรฑa.






