
«Yo no sé a cuántos cubanos ustedes conocen que podrían invertir en Cuba 200, 300, 500, 1.000 millones de dólares, que es la inversión que demanda Cuba» dijo Bruno Rodríguez. De esta manera el Canciller del régimen de la isla no solo desprecio la posible inversión de muchos exiliados que pudieran pensar en invertir en pequeños negocios en la isla sino que además mostro un desconocimiento total sobre los exiliados cubanos donde hay muchos exitosos multimillonarios que esta esperando solo una Cuba democrática para invertir en la isla.
La realidad es que el gobierno de Cuba tiene miedo que exiliados cubanos comiencen a invertir en pequeños negocios en la isla donde la inversión seria mínima pero el efecto en la sociedad cubana seria muy grande. Una inversión de capital de nacionales cubanos exiliados en el exterior en pequeños negocios haría a los cubanos menos dependientes económicamente del gobierno y aceleraría los cambios en Cuba.






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