“Diciembre cierra con un espectáculo celestial»: la superluna que todos querrán fotografiar encenderá el cielo esta semana

Superluna
Superluna. Foto: cyperc stock / Shutterstock.com

La última luna llena del año llegará acompañada de un fenómeno astronómico que ya genera atención mundial: la “Cold Supermoon”, una superluna que promete iluminar el cielo nocturno con un brillo excepcional y un tamaño que, para muchos observadores, será notoriamente mayor. Este evento cierra un año marcado por intensos fenómenos celestes y combina tradición, ciencia y belleza natural en una sola noche.

Un fenómeno con historia y tradición

La llamada Cold Moon obtiene su nombre de las tribus indígenas del noreste de Estados Unidos, que designaban cada luna llena del año según las condiciones estacionales. Diciembre marcaba la llegada del frío más intenso, así como de las noches más largas, y esta luna se convirtió en un símbolo de cierre del ciclo anual.


Aunque la denominación proviene de tradiciones ancestrales, continúa siendo utilizada hoy en calendarios y publicaciones astronómicas, recordando la conexión entre el ritmo natural y las culturas humanas.

«El jueves, la luna saldrá justo alrededor del atardecer, y por eso está llena, porque está exactamente en el opuesto en el cielo respecto al sol», explicó Noah Petro, científico del proyecto de la misión Artemis III de la NASA, el cual pretende llevar en 2027 varios astronautas al polo sur de la luna.

Qué convierte esta luna en una superluna

La Cold Moon de diciembre de 2025 no será una luna llena cualquiera. Su categoría de superluna responde a que alcanza su fase llena cuando la Luna se encuentra en el perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Esta proximidad aumenta su tamaño aparente hasta un 14% en comparación con otras lunas llenas y eleva su brillo cerca de un 30%.

Aunque las diferencias pueden parecer sutiles si se observa directamente hacia el cielo, al aparecer en el horizonte durante el atardecer el efecto visual es impresionante debido a la llamada “ilusión lunar”. Este año, además, será la tercera superluna consecutiva y la segunda más brillante del 2025.

Cuándo y cómo verla

La Cold Supermoon alcanzará su máximo esplendor el jueves 4 de diciembre a las 6:14 p.m. (hora del Este). Su horario coincide con el inicio de la noche en gran parte del continente americano, lo que permite verla desde los primeros minutos de su ascenso. Este breve lapso, cuando aparece baja y anaranjada en el horizonte, es uno de los momentos más apreciados por los observadores y fotógrafos.


«El brillo de estas superlunas en invierno, especialmente cuando hace mucho frío, como ahora, creo que puede mejorarse porque los árboles no bloquean la luz», agregó el experto.

En América Latina, Europa y África también será visible, con variaciones en el horario según la región. Para quienes no puedan verla esa noche, el cielo ofrecerá un margen de observación más amplio, ya que se mantendrá casi llena entre el miércoles 3 y el viernes 5 de diciembre.

Recomendaciones para apreciarla en mejores condiciones

Observar la superluna no requiere equipamiento especial, pero sí ciertas condiciones para disfrutarla plenamente. Lugares alejados de la contaminación lumínica y con un horizonte despejado hacia el este ofrecen la mejor vista, especialmente durante su salida. En áreas urbanas también será visible, aunque con una menor intensidad.

Los binoculares y telescopios permiten apreciar detalles de la superficie lunar, como cráteres y relieves que se observan con mayor nitidez bajo una luz intensa como la de una superluna. Quienes buscan fotografiarla encontrarán resultados más atractivos si incluyen elementos en primer plano, como edificios, árboles o monumentos, que realzan la escala visual del fenómeno.

Un cierre astronómico para un año dinámico

La Cold Moon llega en las semanas previas al solsticio de invierno en el hemisferio norte, un periodo asociado tradicionalmente con introspección y renovación. Su aparición como última superluna del año le añade un componente simbólico que conecta con el cierre de ciclos. A nivel astronómico, marca el final de un 2025 particularmente activo en fenómenos visibles desde la Tierra y continúa despertando el interés de aficionados, fotógrafos y científicos por igual.

Este fenómeno aparece justo cuando se recuerdan dos de las misiones más memorables del programa Apollo: la Apollo 8 y la Apollo 17. El 21 de diciembre de 1968 despegó la Apollo 8, llevando a tres astronautas a convertirse en los primeros humanos en orbitar la Luna.

Desde aquella lejana víspera de Navidad, la tripulación envió un mensaje conmovedor a la Tierra, que aún hoy se considera uno de los momentos más simbólicos de la exploración espacial. Años después, el 7 de diciembre de 1972, la Apollo 17 emprendió su viaje, convirtiéndose en la última misión en la que seres humanos lograron descender y caminar sobre la superficie lunar.

Además se produce entes de un nuevo capítulo en la exploración espacial: el esperado lanzamiento de Artemis II. Programada para despegar entre febrero y abril de 2026, esta misión enviará a cuatro astronautas en una travesía de diez días alrededor de la Luna, marcando el regreso de la humanidad a los vuelos tripulados hacia nuestro satélite después de más de medio siglo.

«Animaría a la gente a salir esta semana, a mirar la luna, a disfrutar de su esplendor. Piensa en lo que hicimos en 1968 y 1972 con el Apolo 8 y el Apolo 17, y luego gira la esquina y dije: oye, quizá estamos a dos lunas llenas de enviar humanos de vuelta para volar más allá de la luna y obtener una vista cercana de la superficie lunar desde Artemis II», señaló Petro.

Por estas fechas también podrán observarse par de lluvias de meteoros de acuerdo con American Meteor Society y Earthsky. Entre el 13 y 14 de diciembre tendrá lugar Gemínidas, mientras que coincidiendo con el solsticio de invierno ocurrirá Úrsidas entre el 21 y 22 del propio mes.

Un espectáculo accesible para todos

A diferencia de eclipses o lluvias de meteoros, que pueden requerir condiciones meteorológicas específicas o ubicaciones privilegiadas, la superluna es un fenómeno universal y accesible. Desde cualquier punto del planeta donde el cielo esté despejado, incluso sin instrumentos, las personas podrán presenciar un espectáculo natural que iluminará la noche y ofrecerá un recordatorio de la constancia del cielo en un mundo de cambios acelerados.


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