
Un frente frío que cruzó Florida en los últimos días dejó una escena tan inusual como llamativa: iguanas cayendo de los árboles, inmóviles, sobre calles, jardines y patios. El fenómeno, registrado principalmente en el sur del estado, desde Miami hasta Palm Beach, fue confirmado por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), que advirtió que estos reptiles no están muertos, sino temporalmente paralizados por las bajas temperaturas.
Según el reporte de CBS12, el repentino descenso térmico —con registros cercanos a los 50 °F (10 °C) o menos— afecta a las iguanas, reptiles de sangre fría que dependen del calor ambiental para mantener su movilidad. Cuando el frío es intenso, su metabolismo se ralentiza y sus músculos se inmovilizan, lo que les impide sostenerse de las ramas y provoca que caigan.
Las autoridades piden no tocarlas
La FWC recordó a los residentes que no deben intentar mover, tocar o calentar a las iguanas “congeladas”. “Estos animales no están muertos; se encuentran en un estado de torpor y se recuperarán cuando suban las temperaturas”, señaló la agencia estatal. Manipularlas podría causarles estrés, lesiones o incluso alterar su recuperación natural.
Los expertos recomiendan que, si una iguana se encuentra en un área pública o residencial, simplemente se le permita permanecer en el lugar sin interferencias. Una vez que el clima vuelva a estabilizarse, las iguanas recuperan la movilidad y regresan a los árboles por sí mismas.
Un fenómeno que se repite cada invierno
Este episodio no es el primero en Florida. Cada vez que una masa de aire frío golpea el estado —algo poco frecuente pero recurrente en los meses de invierno—, las iguanas tienden a sufrir el mismo efecto. En años anteriores, el fenómeno también se ha documentado en áreas como Coral Gables, Fort Lauderdale y Naples, donde los residentes han compartido imágenes virales de reptiles caídos en patios o aceras.
Aunque pueda parecer alarmante, los biólogos aseguran que la mayoría de las iguanas sobreviven a estos eventos. Solo los descensos prolongados de temperatura, por debajo de los 40 °F (4 °C), podrían resultar fatales para ellas.
La expansión de una especie invasora
Las iguanas verdes no son originarias de Florida. Fueron introducidas desde Centroamérica y Sudamérica, y su población ha crecido considerablemente debido al clima subtropical del estado. Sin embargo, su presencia genera preocupación ecológica: son consideradas una especie invasora que causa daños a jardines, cultivos y estructuras.
La FWC mantiene programas de control y educación ciudadana para mitigar su expansión, aunque aclara que no se deben matar ni maltratar estos animales, aun cuando se los vea inmóviles durante un episodio de frío.
Impacto climático y educación ambiental
El fenómeno de las iguanas congeladas sirve también como recordatorio de los efectos que los cambios de temperatura pueden tener sobre la fauna local. Los expertos señalan que la convivencia con especies exóticas requiere de información y precaución: no todas las reacciones animales ante el clima deben interpretarse como emergencias.
Con el paso del frente frío, las temperaturas en Florida se espera que vuelvan a subir en los próximos días, lo que permitirá que las iguanas retomen su actividad habitual y devuelvan la normalidad al paisaje urbano.


