Un macabro descubrimiento estremeció este domingo al Aeropuerto Internacional de Charlotte Douglas (CLT), en Carolina del Norte, cuando trabajadores de mantenimiento de American Airlines encontraron el cuerpo sin vida de un polizón escondido en el compartimento del tren de aterrizaje de una aeronave. El avión había llegado desde Europa y ya se encontraba estacionado cuando se realizó la inspección de rutina que permitió localizar el cadáver.
De acuerdo con la Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD), el hallazgo se produjo alrededor de las 9:00 de la mañana, hora local. Los agentes acudieron de inmediato a la escena y certificaron la muerte de la persona. La investigación quedó a cargo de la División de Homicidios, que trabaja en conjunto con especialistas de la escena del crimen y con personal federal para esclarecer cómo se produjo el ingreso al avión.
Reacciones de American Airlines y del aeropuerto
Tanto la aerolínea como el aeropuerto emitieron comunicados lamentando el hecho y expresando sus condolencias. “Estamos colaborando estrechamente con las autoridades para apoyar en todo lo necesario durante esta investigación”, indicó American Airlines. El aeropuerto CLT, uno de los de mayor tráfico aéreo en Estados Unidos, también manifestó su disposición a reforzar los protocolos de seguridad tras este incidente.
Los riesgos mortales de viajar oculto en el tren de aterrizaje
Expertos en aviación señalan que ocultarse en el tren de aterrizaje de un avión constituye uno de los métodos más letales para intentar un viaje clandestino. En esa zona, durante el vuelo, las temperaturas pueden descender hasta los –60 °C, lo que provoca hipotermia en pocos minutos. A ello se suma la falta de oxígeno a gran altitud, un fenómeno conocido como hipoxia, que puede causar pérdida de conciencia en cuestión de segundos.
El riesgo de quedar aplastado por el mecanismo al retraer el tren o de caer al vacío durante el aterrizaje agrava aún más las posibilidades de supervivencia. Según datos de la Agencia Federal de Aviación (FAA), entre 1947 y 2015 se registraron 113 intentos de este tipo en vuelos internacionales, con una tasa de mortalidad cercana al 76 por ciento. Apenas un puñado de polizones ha sobrevivido, y en condiciones de salud críticas.
Casos recientes que conmocionaron a la aviación
Este no es un hecho aislado. En enero de 2025, dos personas fueron halladas sin vida en el tren de aterrizaje de un avión de JetBlue en el aeropuerto JFK de Nueva York, poco después de aterrizar en un vuelo proveniente de República Dominicana. En diciembre de 2024, otro cuerpo fue descubierto en un vuelo de United Airlines que llegó a Maui, Hawái.
Estos sucesos reflejan un patrón que preocupa a las autoridades de seguridad aérea: personas que, impulsadas por la desesperación, la migración irregular o intentos desesperados de huida, ponen en riesgo su vida recurriendo a este tipo de prácticas casi imposibles de sobrevivir.
Preguntas abiertas de la investigación
Hasta el momento, la identidad de la víctima no se ha confirmado públicamente. Las autoridades buscan determinar de qué país partió el avión y cómo logró el polizón acceder a la aeronave sin que lo detectaran los sistemas de seguridad de origen. También se investiga si actuó en solitario o si recibió ayuda para ingresar a la pista y al compartimento del tren.
La Policía de Charlotte-Mecklenburg ha pedido la colaboración ciudadana y recordó que cualquier persona con información puede comunicarse con las líneas habilitadas de denuncia. Mientras tanto, el caso ha generado un fuerte debate sobre los protocolos de seguridad aeroportuaria y los desafíos de control en vuelos internacionales.
Un fenómeno que refleja la desesperación
Aunque las investigaciones siguen su curso, los expertos coinciden en que este tipo de episodios son un reflejo de la desesperación que enfrentan miles de personas en el mundo que buscan cruzar fronteras de manera irregular. Los polizones del tren de aterrizaje no solo arriesgan su vida, sino que también exponen a las aerolíneas y a los aeropuertos a graves cuestionamientos de seguridad.
En Charlotte, el hallazgo de este domingo ha dejado una imagen perturbadora: la de un cuerpo sin vida descubierto en un avión comercial, recordando que detrás de las estadísticas de la aviación también hay historias humanas marcadas por la desesperación y el riesgo extremo.