El fiscal general de Florida, James Uthmeier ha presentado una propuesta singular y sorprendente para enfrentar la problemática de la detención y la deportación de inmigrantes ilegales con antecedentes penales. Su plan consiste en utilizar un terreno de 36 millas cuadradas en medio de los Everglades, una zona repleta de caimanes y pitones, para crear una instalación temporal de detención que podría albergar hasta mil personas.
La propuesta se basa en un antiguo y prácticamente abandonado aeropuerto ubicado en el corazón de los Everglades. Este espacio, que Uthmeier ha bautizado como “Alcatraz de los Caimanes”, se caracteriza por estar completamente rodeado por la naturaleza salvaje de Florida, lo que ofrece una barrera natural para evitar fugas.
Según el Fiscal General, esta área de 30 millas cuadradas es ideal para construir una instalación temporal debido a su aislamiento y bajo costo. “No es necesario invertir mucho en perímetros de seguridad, porque si alguien intenta escapar, no encontrará mucho más que caimanes y pitones”, afirmó Uthmeier, destacando que “no hay a dónde ir ni dónde esconderse”, dijo este jueves en un video de Florida’s Voice, un medio de comunicación conservador.
El letrado dijo que esta instalación sería un como un «centro tres en uno» puesto que sería capaz de recibir a inmigrantes ilegales con antecedentes criminales, tramitaría sus asuntos legales y permitiría la deportación rápida de los Estados Unidos hacia sus países de origen desde la propia autopista que posee.
Uthmeier subrayó que el proyecto es tan fácil de materializar que dentro de uno o dos meses sería posible ponerlo en funcionamiento si se comienza la construcción inmediata. Además mencionó que hay suficiente espacio para albergar 1000 camas y los abogados militares que forman parte de la Guardia nacional pudieran suplantar el lugar de los jueces de inmigración para asumir y agilizar los trámites legales de los detenidos.
La propuesta no se encuentra en solitario. Es un componente de una estrategia jurídica y política más extensa impulsada desde Tallahassee, alineada con las directrices de la administración Trump. “Florida ha liderado la aplicación de la ley migratoria, apoyando los esfuerzos de la administración Trump y del ICE para detener y deportar a extranjeros delincuentes”, dijo el fiscal en otra parte del clip.
Igualmente aseguró que este centro constituiría la «ventanilla única» que tendría la administración de Donald Trump para implementar la deportación a gran escala que desea el mismo y que califica como la mayor de la historia del país. “Vamos a proteger nuestra patria y completar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”, dijo el mandatario en el Congreso en el mes de marzo.
La idea de Uthmeier parece desempeñar un papel fundamental en la logística para alcanzar ese objetivo. La iniciativa del fiscal general del Estado del Sol se produce después de que el gobernador Ron DeSantis indicara a los funcionarios suyos a identificar áreas propicias para la instalación de centros de detención.
La acción cuenta con el respaldo de una reciente ley contra la inmigración clandestina, que fue ratificada a inicios de este año. En el contexto del nuevo sistema el estado estableció el Consejo Estatal de Control de Inmigración, que lo integran altos jefes de policía y alguaciles, así como miembros del poder legislativo.
El consejo cuenta con lazos de cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y fomenta convenios con otras agencias locales. «Esto representa una gran oportunidad para que el estado colabore con los condados de Miami-Dade y Collier”, manifestó Uthmeier.
A principios de mayo, Donald Trump dio la instrucción de que la famosa cárcel federal de Alcatraz, ubicada en California, se reabriera y se expandiera para albergar a los criminales más brutales y peligrosos de Estados Unidos. Esta isla que se ubica en la Bahía de San Francisco fue una cárcel federal desde 1934 hasta 1963 y fue clausurada teniendo en cuenta los altos costos que tenía que asumir el país para poder mantenerla.
La reactivación de la prisión de Alcatraz no se trataría únicamente de una decisión administrativa; también conllevaría un fuerte significado simbólico que Donald Trump parece estar interesado en aprovechar. Alcatraz evoca en la memoria colectiva un periodo de severidad, reclusión profunda y sanciones drásticas. Situada en una isla de difícil acceso, su construcción y ubicación comunicaban que nadie podía eludir la autoridad del gobierno.
La versión de Alcatraz en Florida tiende a competir con la prisión que existió en un momento de la historia, pero la particularidad es que esta cuenta con una extensa zona de fauna salvaje y cazadora que sirve como muralla para los que intenten escapar.
Los partidarios de la política estricta del Gobierno han expresado su apoyo a esta propuesta, y algunos elogian a Florida por mantenerse en la delantera, para otros, la iniciativa resulta ser completamente horrenda. A pesar de que el fiscal presenta la idea como una alternativa viable y poco costosa, las cuestiones morales y humanitaria resultan ser el eslabón débil y que se emplea en el debate. Sin embargo, Uthmeier está instando a los funcionarios del estado a apoyar la iniciativa.
A principios de este mes le hizo una advertencia pública al alguacil de Broward, Gregory Tony debido a sus reservas sobre una posible colaboración en asuntos de inmigración. Por otro lado, las redadas se siguen intensificando cada día, hace unos días un operativo en Tallahassee acaparó titulares incrementando la presión sobre los inmigrantes en el estado.
La idea de Alligator Alcatraz se presentó como una solución simple y viable para enfrentar la cantidad de inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Sin embargo, tanto los detractores como los proponentes de los derechos humanos ven esto como un alarmante avance hacia la persecución y desvalorización de los inmigrantes.
Transformar un ambiente hostil y salvaje en un medio de protección genera preguntas éticas significativas. Las visuales de caimanes y serpientes pitón desempeñando el papel de protectores naturales parecen más propias de una historia distópica que de un sistema judicial compasivo. Sin embargo, Uthmeier se muestra resoluto. Alligator Alcatraz: nuestra preparación está completa para iniciar, finalizó. Por ahora la propuesta está en manos de los legisladores del estado de Florida.
