El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) difundió recientemente un mensaje en video dirigido a los inmigrantes que se convierten en ciudadanos estadounidenses. Este mensaje, protagonizado por el presidente Donald Trump, está diseñado para ser reproducido en las ceremonias de naturalización en todo el país, marcando un momento histórico y simbólico para quienes obtienen la ciudadanía.
En el video, el presidente Trump subraya que con el honor sagrado de convertirse en ciudadano estadounidense viene también la más alta responsabilidad. En sus palabras, “con su honor sagrado viene la más alta responsabilidad”, un llamado directo a los nuevos ciudadanos para que reconozcan la importancia de su compromiso con los valores y principios que definen a Estados Unidos.
Asimismo, enfatiza que el modo de vida americano es único en todo el mundo y que como estadounidenses es necesario defenderlo con fervor y determinación. Esta declaración refleja una visión de patriotismo que pone +énfasis en la preservación de la identidad nacional y en la protección de las libertades que distinguen a la nación.
En un apasionado discurso repleto de alusiones a la cultura e historia de Estados Unidos, Trump anima a los recién llegados a salvaguardar los principios esenciales de la nación. «Debemos proteger ferozmente el estilo de vida estadounidense. Creemos en el trabajo duro, en el sistema de méritos y en el gobierno de, por y para el pueblo», señala el mandatario republicano.
Asimismo, resalta los derechos básicos consagrados en la constitución, entre los que se encuentran la libertad de expresión, la libertad religiosa y el derecho a tener y usar armas. Aunque el video tiene como propósito conmemorar la obtención de la ciudadanía estadounidense, se enmarca en un periodo en el que la administración Trump implementó políticas migratorias estrictas y aumentó los esfuerzos de deportación. Estas medidas han sido objeto de debate y controversia a nivel nacional e internacional.
El lanzamiento del mensaje oficial durante las ceremonias de naturalización puede interpretarse como una estrategia para reforzar la narrativa oficial sobre la inmigración y la ciudadanía. Al mismo tiempo que se endurecen las políticas migratorias, se busca resaltar la importancia y el valor de quienes acceden legalmente a la ciudadanía estadounidense.
Entre las medidas se encuentra la cancelación de programas de libertad condicional, implementación de nuevos requerimientos de visas para ciudadanos de diferentes naciones, así como limitaciones más severas sobre el asilo. «La ciudadanía estadounidense es un privilegio y está reservada para aquellos que respetan nuestras leyes, cultura e historia», dijo el vocero de USCIS, Matthew Tragesser en un comunicado.
Obtener la ciudadanía de Estados Unidos representa un paso fundamental para millones de inmigrantes. Más allá de los beneficios legales, la ciudadanía implica un compromiso con los valores y responsabilidades que sustentan a la nación. Este beneficio permite el derecho al voto en elecciones locales, estatales y federales. Brinda la posibilidad de ocupar cargos públicos y ciertos empleos gubernamentales. Asimismo, permite protección contra la deportación salvo excepciones, acceso a programas y beneficios federales y las conocidas facilidades para la reunificación familiar.
El mensaje oficial ha sido recibido de manera diversa por la opinión pública y expertos en inmigración. Algunos valoran la claridad y el énfasis en la responsabilidad ciudadana, mientras que otros critican que el tono del mensaje refleja una visión restrictiva y excluyente de la inmigración.
