Los creadores de contenido españoles que integran el podcast Black Mango emitieron un nuevo capítulo relacionado con la realidad cubana después de visitar la isla y a pesar de que la Seguridad del Estado les entrevistó divulgar muchos de los problemas que aquejan a los residentes. «La Terrible Cuba» es el capítulo 63 de este episodio que ha ganado popularidad debido a su representación honesta de la situación en Cuba y a la autenticidad de sus escritores, quienes exploraron áreas menos visitadas y se comunicaron directamente con los habitantes.
«Nosotros llegamos a Cuba y lo primero que vimos es la falta de internet, la falta de luz. Es normal que haya todos los días cuatro horas donde no hay luz», dijo uno de los protagonistas que no se imaginó que a estas alturas del desarrollo tecnológico mundial Cuba estuviera atrapada en esa débil infraestructura de telecomunicaciones.
Así mismo revelaron que el internet que emplea Cuba es como el que tenía España hace dos décadas atrás y, por si fuera poco, quien no tenga VPN también se verá limitado a tener acceso a internet, tema que ahora se complica aún más con el tarifazo de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (ETECSA) que ha desatado una ola de denuncias en las redes sociales por los excesivos paquetes que impusieron para captar divisas extranjeras.
A lo largo de su tiempo allí, exploraron viviendas modestas en las que, según afirman, hallaron situaciones de vida muy difíciles, un tema que desde que llegaron los Castro al poder ha sido bastante debatido por los residentes quienes están limitados a obtener materiales de construcción para construir y dar mantenimientos a sus hogares.
«Entramos en casas sin puertas. Hace muchísimo calor y viven un montón de personas en un espacio superreducido. En una cama de 90 cm duerme una persona en un sentido y la otra persona en el otro sentido», explicaron los youtubers haciendo alusión al hacinamiento de personas que puede haber en miles de hogares cubanos.
Otro de los temas muy complejos de los cubanos que también se abordó en el material de los ibéricos fue la alimentación. Quedaron sorprendidos al ver con sus propios ojos las necesidades de comida que poseen la mayoría de los cubanos en la isla. «Te abren la nevera y tienen la grasa acumulada para poder dar sabor a la comida. Y había dos huesos limpios de pollo, por si hacen un caldo, un agua, lo echan para ver si da algo de sabor», añadieron.
También mencionaron como la leche en polvo suele ser muy codiciada en la actualidad por los cubanos debido a su escasez en el mercado, algo que es un producto natural en cualquier país del mundo. «No saben lo que es la leche de verdad, solo conocen la leche en polvo, que para ellos es un manjar. Y aún por encima el precio está inflado. Es muchísimo más caro que aquí en España», lamentaron.
Los españoles no pudieron evitar asombrarse con el testimonio de una persona que manifestó no conocer el país donde nació a pesar de vivir en el mismo. «Yo no conozco Santiago de Cuba. Sé que está ahí, pero nunca he ido y sé que nunca en mi vida voy a poder ir. No puedo ver mi propio país. Es una cárcel que sí tiene un cielo azul y tiene coches bonitos, pero es una cárcel».
Asimismo, mencionaron la aguda crisis financiera que observaron en la isla: Harás lo que sea necesario para obtener 400 pesos o algo similar. «Vas a hacer cualquier cosa por conseguir 400 pesos o cualquier cosa», destacaron.
En el capítulo, los productores manifiestan su desaprobación hacia aquellos que van a Cuba únicamente para ofrecer una perspectiva agradable o de viaje, encubriendo la auténtica condición del país. Sin citar a nadie, afirmaron que numerosos turistas comparten material que no refleja la realidad que observaron. Hicieron hincapié en que este tipo de publicaciones desorienta al público internacional y ayuda a mantener una representación errónea de la isla.
Después del lanzamiento del episodio, las plataformas sociales se inundaron de comentarios de cubanos tanto en el país como en el extranjero. Muchos manifestaron su gratitud por haber compartido lo que ellos no tienen la libertad de expresar abiertamente. «Tuve que meter 20 años en una maleta y decirle a mi abuela: ‘Mima, todo va a estar bien’, mientras lloraba por dentro». «Los veo desde La Habana, a 144p y sin luz. Gracias por dar voz a los que no pueden hablar».
También hubo llamados a que el documental que preparan los youtubers incluya los testimonios que lograron grabar. «Si esas personas pidieron salir sin censura, háganlo. Es lo único que les queda», dijo otro usuario.
A lo largo del capítulo, los realizadores recalcan que su reproche no va dirigido hacia la población de Cuba, sino hacia el sistema de control que los mantiene en condiciones deplorables. «La gente fue amable, te abre las puertas, te ofrece lo que no tiene. Pero lo que vimos no se puede callar», manifestó otro internauta.
El capítulo completo titulado La terrible Cuba está disponible en YouTube. A pesar de la controversia que ha suscitado, su material se ha convertido en un registro claro, documentado y complicado de pasar por alto acerca de la vida diaria en la Cuba contemporánea.
