
Lucio Enriquez Nodarse, médico cubano y defensor de los derechos humanos en Cuba solicitó al secretario de Estado de EE.UU Marco Rubio que restablezca el parole a los médicos cubanos que son explotados en las conocidas misiones médicas en las que la dictadura siempre se queda con la mayoría de los ingresos. Nodarse consideró que la implementación de esta política nuevamente sería «la única medida realmente efectiva».
El galeno envió su mensaje a través de una publicación que realizó en su perfil de Facebook el cual etiquetó a varias personas. En el comunicado resaltó el trabajo que ha hecho Marco para desenmascarar estas conductas del régimen hacia los galenos y advirtió como son capaces de endurecer los mecanismos de control y abuso hacia los profesionales de la salud.
Uno de los ejemplos que utilizó Lucio en su discurso fue la adopción del pago directo a estos profesionales en Bahamas, una estrategia que según Lucio se ha llevado a cabo en otros países sin que existan cambios considerables.
“La dictadura cubana, tras recibir el pago directo, obliga a los médicos a transferir un alto porcentaje de sus ingresos a una cuenta gestionada por el propio régimen. Aquellos que se niegan a hacerlo son expulsados de la misión”, alertó Nodarse en la carta enviada a Rubio.
También hizo referencia a que los médicos que abandonan las misiones en cualquier país o son despedidos se enfrentan a consecuencias negativas ya que no pueden ejercer la profesión en esa nación puesto que el gobierno ofrece presión a los gobernantes para llevar a cabo ese objetivo.
Ante esta situación Nodarse considera que la única forma efectiva de resguardo es revitalizar el Programa de Parole que se interrumpió durante la administración de Barack Obama. Este programa brindaba a los médicos una opción legal para entrar a Estados Unidos una vez que desertaran de la misión.
“La reactivación de este programa permitiría a muchos profesionales una real liberación de las cadenas de la esclavitud”, acentuó Enríquez.
El parole para los médicos cubanos fue una iniciativa que se puso en práctica por el gobierno de Estados Unidos en el año 2006 y finalizó en el año 2017. No son pocos las organizaciones de derechos humanos y activistas que han alzado su voz para que se ponga en vigor nuevamente bajo el argumento de que estas misiones constituyen una forma de explotación humana disfrazada de ayuda internacional.
Bajo este programa, los médicos y otros profesionales de la salud que han trabajado en misiones en el extranjero, y que enfrentan riesgos por su decisión de abandonar estas misiones, pueden pedir un parole humanitario. El proceso generalmente requiere demostrar que su vida o libertad estaría en peligro si regresaran a Cuba.