El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solรญs Rivera, escribiรณ una carta en respuesta a Silvio Rodriguez con motivo de la situaciรณn de los cubanos. Aquรญ les dejamos las dos cartas.
Querido Silvio
Luis Guillermo Solรญs Rivera
Presidente de Costa Rica
Le pido disculpas por decirle โqueridoโ Silvio sin haber tenido el placer de conocerlo personalmente. Sin embargo, ยฟcรณmo no decirle โqueridoโ al trovador que ha llenado tantas de mis noches de inspiraciรณn y tantos de mis dรญas de luz? ยฟCรณmo no decirle โqueridoโ a quien me hizo descubrir, tambiรฉn a mรญ, el unicornio azul que habitaba en mi jardรญn? Entonces, con su venia querido Silvio, le escribo para contarle una historia de amor que queremos que siga siรฉndolo.
Sus hermanos cubanos, los que hoy estรกn de paso por Costa Rica, se encuentran acogidos โla gran mayorรญa de ellos- en uno de los cantones mรกs pobres de nuestro paรญs: La Cruz. ยฟY sabe lo mรกs grande?, que esos costarricenses pobres en lo material no han escatimado ni esfuerzos ni solidaridad para atender a sus hermanas y hermanos migrantes.
No habrรญa que sorprenderse de que sean los pobres los que mรกs dan (no en vano Cristo les hizo herederos del Cielo). Aquรญ y en todas partes quienes menos posesiones materiales atesoran saben mejor que nadie lo que significa ofrecer hasta lo que no se tiene. Lo que sรญ es extraordinario es que tengan tanta lucidez, tanta sensibilidad, mรกs, ciertamente, que muchos polรญticos que se niegan a reconocer a estos viajeros como personas sujetas de Derecho (internacional y local), y depositarias de toda la dignidad de que son titulares.
Estas ciudadanas y ciudadanos costarricenses, apoyados por instituciones pรบblicas y privadas, por las organizaciones multilaterales (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Organizaciรณn Internacional para las Migraciones, Cruz Roja Internacional), y grupos organizados de la sociedad civil, entre los que sobresalen la Pastoral Social Catรณlica (CรRITAS) y las iglesias evangรฉlicas, han acogido a las y los migrantes con cariรฑo, fraternalmente, y le han demostrado a nuestra Amรฉrica โa la suya y a la mรญa, querido Silvio- que otro mundo sรญ es posible.
Podrรญamos escribir muchos ensayos buscando los culpables de este drama humano. Usted ya seรฑalรณ a algunos en su primer escrito. Yo podrรญa adicionar otros. Pero perderรญamos mucho tiempo inculpรกndonos cuando lo que necesitamos es garantizar el paso seguro y pronto a las y los migrantes. Por eso he insistido en que Nicaragua y Costa Rica, que tienen temas pendientes en su agenda bilateral, harรญan mal en colocar la situaciรณn de los migrantes en โclave geopolรญticaโ. Dejemos que sean los tribunales internacionales y la diplomacia los que resuelvan nuestros entuertos y mientras lo hacen, que en algรบn caso serรก pronto, permitamos que la gente pase y lo haga desde aquรญ hasta su destino final con seguridad y tranquilidad. Esta es una situaciรณn humanitaria, se lo puedo asegurar, no un โcasus belliโ como el que algunas mentes calenturientas quieren presentar.
Dentro de pocas semanas espero visitar oficialmente Cuba. Irรฉ a pagar mis respetos a su pueblo y a dialogar con su Gobierno. En esa ocasiรณn espero conocerlo personalmente. Pero mientras tanto, permรญtame decirle esto: a finales del siglo XIX varios cubanos universales, Martรญ y los hermanos Maceo, vivieron entre nosotros. Casualmente, los Maceo fundaron un pueblo/ingenio en la provincia de Guanacaste: la Mansiรณn de Nicoya, pocos kilรณmetros al sur de donde hoy se hospedan 2200 compatriotas suyos. Quiero pensar que mi paรญs serรก tan hospitalario con las y los cubanos de hoy como lo fue entonces con aquellos dos que salieron de Costa Rica a su martirio libertario en Cuba. Y, como entonces, espero que cuando se escriba la historia, se recuerde que en este pequeรฑo pedazo de Amรฉrica se respeta a la gente, a toda la gente, mรกs que a los intereses de unos pocos. Esa lecciรณn la estรกn enseรฑando otra vez, nuestros hermanos querido Silvio, los que pasan y los que viven, en La Cruz de Guanacaste.
Ahora la carta de Silvio al presidente de Costa Rica.
A Sr. Luis Guillermo Solรญs Rivera, Presidente de la Repรบblica de Costa
Rica. Por Silvio Rodrรญguez
Gracias, Sr. Presidente Solรญs, por sus cรกlidas palabras personales.
Gracias muy grandes por acoger a mis conciudadanos. Tampoco a mi me extraรฑa que sean lo pobres los primeros que dan el paso al frente. En todas partes los que sufren son los mรกs generosos. Igual que Ud., considero lamentable que seres humanos, a los ojos de otros, dejen de verse como tales para ser simples piezas de un ajedrez polรญtico. Cuba toda, mi paรญs en pleno con sus millones habitantes, viene sufriendo una distorsiรณn semejante desde hace mรกs de medio siglo, sรณlo por querer ser soberana, como nos enseรฑaron aquellos dos ilustres huรฉspedes de Costa Rica, Josรฉ Martรญ y Antonio Maceo.
Nos han querido separar de Nuestra Amรฉrica, de la que somos parte. Y, como a Prometeo, han pretendido mantenernos lejos, para que un mito horrendo nos devore. Hoy, a pesar de la extraordinaria resistencia de nuestro pueblo, arrastramos complejas secuelas de una guerra econรณmica implacable, que se mantiene intacta, lacerando nuestra unidad.
Serรก un honor para mรญ estrechar su mano, aunque sea un instante, cuando visite mi paรญs, donde conocerรก el verdadero corazรณn de un pueblo digno y generoso, como el suyo.
Silvio Rodrรญguez Domรญnguez.
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