Willy Allen denuncia detención de una camionera cubana en plena carretera por no hablar un inglés fluido y reabre debate sobre estos procedimientos de los agentes federales

El reconocido abogado de inmigración Willy Allen denunció un caso que está causando preocupación entre los migrantes en Florida y otros estados del país. Según relató el jurista, una mujer cubana terminó detenida en plena carretera y sometida por las autoridades a un examen improvisado de inglés para verificar su capacidad lingüística bajo los nuevos requisitos federales aplicados a conductores comerciales y transportistas.

Pese a que la mujer respondió correctamente en inglés a las preguntas básicas del oficial, su desempeño se consideró “insuficiente”, lo que derivó en su retención temporal y revisión adicional de documentos. El abogado Allen calificó el hecho como “una situación urgente y preocupante”, y advirtió que este tipo de acciones podrían interpretarse como abusos de autoridad o perfiles raciales encubiertos.


Los nuevos requisitos del Departamento de Transporte

El incidente se enmarca en la reciente implementación de medidas lingüísticas más estrictas impulsadas por el Departamento de Transporte (DOT) y la Federal Motor Carrier Safety Administration (FMCSA). Desde mediados de 2025, ambos organismos han comenzado a exigir que los conductores con licencias comerciales (CDL) demuestren un dominio funcional del idioma inglés, capaz de garantizar su comprensión de las señales de tránsito, órdenes verbales y documentación escrita.

Aunque la norma no es nueva —pues data de los años 90—, su aplicación se ha intensificado tras varios accidentes atribuidos a fallos de comunicación. Sin embargo, según expertos en inmigración, no se han establecido parámetros claros para medir ese nivel de “competencia lingüística” durante las inspecciones en carretera, lo que abre espacio para interpretaciones subjetivas por parte de agentes estatales o federales.

“No bastó hablar inglés”: el relato del abogado

En un video compartido en redes sociales, el abogado Allen explicó que la mujer cumplía con todos los requisitos legales para conducir y no tenía antecedentes migratorios. “Ella entendía al oficial, respondía con frases simples en inglés, pero él insistió en que no hablaba lo suficiente el idioma. No hay una base legal clara para detener a alguien por eso”, afirmó Allen, quien subrayó que la ley no autoriza a los agentes a realizar exámenes improvisados de inglés fuera del contexto de una solicitud de licencia o examen oficial.

El letrado también expresó su preocupación por el precedente que este tipo de incidentes puede sentar, advirtiendo que “muchos inmigrantes podrían quedar detenidos arbitrariamente por su acento o por no pronunciar perfectamente ciertas palabras”.

Temor entre choferes latinos y transportistas independientes

El caso ha generado reacciones inmediatas en la comunidad cubana y latina, especialmente entre quienes trabajan como choferes de carga, transporte privado o entrega de mercancías. En grupos de redes sociales dedicados a camioneros hispanos, varios usuarios compartieron testimonios de paradas similares en carreteras de Texas, Georgia y la Florida, donde los agentes han comenzado a preguntar directamente si los conductores hablan inglés.


Algunos transportistas consideran que se trata de una estrategia para identificar indocumentados o para intimidar a conductores con acento extranjero, mientras otros defienden la medida como un intento legítimo por mejorar la seguridad vial.

Reacciones legales y llamados a la cautela

Ante la incertidumbre, abogados de inmigración en Miami recomiendan a los conductores, llevar copias actualizadas de sus licencias, permisos de trabajo y documentos migratorios, evitar discutir con los oficiales durante una parada y pedir hablar con un abogado si sienten que sus derechos son vulnerados, registrar o anotar detalles del encuentro (hora, lugar, nombre del oficial) para posibles acciones legales.

El propio Allen recordó que ninguna norma autoriza a detener o arrestar a una persona por su nivel de inglés, salvo en procesos específicos de licencias o contrataciones donde el idioma sea requisito legal. “Lo preocupante no es el idioma, sino el uso discrecional del poder policial”, concluyó.

Lo que está en juego: entre la seguridad vial y la discriminación

Diversos analistas señalan que este caso refleja una tensión creciente entre las políticas de seguridad vial y los derechos civiles. La FMCSA sostiene que los conductores deben poder “leer y hablar inglés lo suficiente para entender las señales de tráfico y comunicarse con el público y las autoridades”, pero defensores de los migrantes alertan que esa definición es ambigua y puede usarse de forma desigual dependiendo del estado o del agente que realice la inspección.

La organización American Immigration Council ha pedido que el Congreso revise la aplicación de estas normas y emita lineamientos uniformes que eviten prácticas discriminatorias. Por su parte, grupos de camioneros latinos planean presentar una queja colectiva ante el DOT si continúan los reportes de detenciones con base en el idioma.

Un caso que podría marcar precedente

Mientras el caso sigue bajo revisión, el abogado Allen confirmó que presentará una solicitud formal de investigación interna y, de ser necesario, una demanda por detención indebida. El incidente, aunque aislado, podría sentar un precedente legal sobre los límites de la autoridad policial en el marco de las normas federales de transporte.


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