“Vístete con respeto»: la campaña que impulsa el gobierno de EE.UU para mejorar la experiencia de los viajeros en los vuelos

El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) lanzó recientemente la campaña nacional “The Golden Age of Travel Starts With You”, una estrategia que pretende mejorar la convivencia en los aeropuertos y durante los vuelos mediante la promoción de la cortesía y el respeto.

La iniciativa llega en un momento en que los incidentes con pasajeros conflictivos han mantenido un nivel preocupante, obligando a las autoridades a buscar alternativas para reducir la tensión en uno de los sectores más saturados del país.


La campaña incluye mensajes directos sobre el comportamiento en vuelo, como usar expresiones de cortesía, respetar el espacio personal, ayudar a otros pasajeros cuando sea necesario, mantener una actitud calmada durante el proceso de embarque y desembarque, y —el punto más comentado— “vestirse con respeto”.

La raíz del problema: incidentes con pasajeros aún por encima de los niveles prepandemia

Los problemas de conducta a bordo no son aislados. La FAA explicó que, aunque el número de incidentes bajó respecto al pico de 2021 —impulsado en parte por disputas relacionadas con el uso obligatorio de mascarillas—, las cifras actuales siguen alrededor del doble de los niveles registrados antes de la pandemia.

Estos incidentes incluyen discusiones, resistencia a instrucciones de la tripulación, intentos de abrir puertas de emergencia e incluso agresiones. El fenómeno ha obligado a aerolíneas y autoridades a endurecer sanciones, aplicar vetos permanentes y reforzar programas de entrenamiento para asistentes de vuelo que enfrentan cada vez más situaciones de conflicto.

“Vestirse con respeto”: el mensaje más polémico

Entre los puntos planteados por el DOT, el llamado a “dress with respect” generó un debate nacional. Según la agencia, la vestimenta puede crear un ambiente más agradable y fomentar comportamientos socialmente conscientes. No obstante, expertos citados por CBS News consideran que dicho enfoque podría tener un impacto limitado debido a la naturaleza de los vuelos actuales.

 «Vístete para ir al aeropuerto, ayuda a un desconocido y estate de buen humor», escribió el secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy en apoyo a la campaña cívica.


En vuelos de clase económica, los pasajeros priorizan ante todo la comodidad, especialmente en trayectos de larga duración en cabinas abarrotadas. Además, el concepto de “vestimenta adecuada” puede variar culturalmente, por edad, por nivel socioeconómico o incluso por clima. Algunos analistas ven este mensaje más como una apelación simbólica a la nostalgia que como una estrategia de cambio real.

Tras la publicación de Duffy en sus redes sociales, muchos usuarios se sumaron a la conversación con sus propias propuestas: desde ensanchar los estrechos asientos de clase económica hasta lograr que los controles de seguridad resulten menos intimidantes para los pasajeros. Aunque varios coincidieron en que un trato más cortés sería un cambio positivo, otros defendieron que la ropa cómoda es lo que realmente ayuda a sobrellevar los viajes en cabinas tan limitadas en espacio.

¿Existió realmente una “edad de oro” de los viajes aéreos?

La campaña utiliza el concepto de “edad de oro” como ideal, pero la comparación con el pasado no siempre es exacta. En las décadas de 1950 y 1960, volar era una experiencia exclusiva, con tarifas muy elevadas, algo reservado principalmente para clases altas o viajeros corporativos. Esto influía en el ambiente: menos pasajeros, más espacio, códigos de vestimenta estrictos y un trato más formal.

Sin embargo, el artículo recuerda que aquella era tenía también limitaciones significativas, los vuelos eran más lentos y con conexiones menos eficientes, no existían comodidades hoy básicas como Wi-Fi o sistemas avanzados de entretenimiento, las cabinas estaban llenas de humo porque se permitía fumar y la regulación de seguridad era menor. Es decir, la “edad de oro” no era necesariamente más cómoda ni más segura; solo era más elitista.

«Hoy viaja mucha más gente. Ves a personas de todos los ámbitos subiendo a los aviones, y esta campaña remite a una época en la que viajar en avión era solo para la élite», explicó a CBS News el fundador del sitio de ofertas de vuelos Going.com, Scott Keyes.

«Si crees que es bueno que la mayoría de la sociedad actual pueda permitirse comprar billetes y viajar, entonces tienes que aceptar que la gente va a comportarse como va a hacerlo. No creo que quisiera vivir en una sociedad con recomendaciones de vestidos para estar en un avión», agregó el experto.

Masificación del transporte aéreo: beneficios y efectos secundarios

Con el pasar de las décadas, y especialmente tras la desregulación del sector en 1978, los viajes en avión se volvieron más accesibles para millones de personas. Hoy el transporte aéreo estadounidense moviliza a una población más diversa, con perfiles, culturas y expectativas muy distintas entre sí.

La accesibilidad transformó la industria, pero también generó desafíos entre ellos existen cabinas más llenas y menos espacio personal, mayor presión sobre el personal aéreo, aumento de frustraciones por retrasos, procesos de seguridad y restricciones, así como competencia entre aerolíneas que a menudo reduce servicios para mantener tarifas bajas.

En este contexto, la convivencia puede volverse más compleja, y el comportamiento a bordo se convierte en un reflejo directo del estrés que viven tanto pasajeros como empleados.

Expertos dudan de la eficacia, pero no descartan el impacto cultural

Aunque algunos especialistas creen que la campaña tiene un carácter mayormente simbólico, admiten que los recordatorios públicos sobre normas básicas de cortesía pueden generar cambios culturales a largo plazo, especialmente si están acompañados de mensajes constantes y visibles en aeropuertos y plataformas digitales.

Otros analistas añaden que el enfoque del DOT debería complementarse con mejoras estructurales: mayor espacio en cabina, procesos de embarque más eficientes, mejor atención al cliente y políticas que reduzcan los factores de estrés durante el viaje. Sin estos cambios, advierten, la responsabilidad de mejorar la experiencia no puede recaer únicamente en el comportamiento individual.

«Es más bien un suave empujón sobre la etiqueta de viaje. Dado lo estresante y estresante que puede ser volar para la mayoría de la gente hoy en día, es fácil entender por qué un mensaje sobre ‘arreglarse’ puede provocar críticas», dijo Sarah Silbert, estratega del motor de búsqueda de vuelos Points Path.

«Al final del día, creo que esto es solo una campaña de mensajes bien intencionada sobre comportarse bien en público que probablemente no tendrá implicaciones prácticas ni tangibles para la gente», manifestó al respecto, Daniel Green, cofundador de Faye Travel Insurance.

¿Puede cambiar realmente la experiencia de volar en Estados Unidos?

La idea de recuperar la “edad de oro” del transporte aéreo es polémica, pero el mensaje central del gobierno apunta a un objetivo más realista: fomentar el civismo en un entorno cada vez más desafiante. En un sistema que mueve a cientos de millones de pasajeros cada año, pequeños actos de consideración pueden reducir tensiones, facilitar procesos y mejorar la experiencia general.

Por el momento, la campaña es un intento de recordar que la convivencia en los cielos es una responsabilidad compartida entre reguladores, aerolíneas, trabajadores y pasajeros. El éxito dependerá de si la industria acompaña el mensaje con acciones concretas que alivien la presión del sistema.


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