Varios cubanos entre los arrestados por las peleas de gallos en Miami-Dade

Pelea de gallo. Foto: Shutterstock

Una redada policial realizada en una zona rural al suroeste del condado de Miami-Dade culminó con la detención de 42 personas implicadas en peleas ilegales de gallos. Esta operación, que tuvo lugar tras una llamada al 911 que alertaba sobre un altercado violento, expone nuevamente la problemática de estas actividades clandestinas que no solo implican crueldad animal, sino que también están vinculadas a redes de apuestas ilegales y otros delitos.

Las autoridades respondieron a una denuncia ciudadana que reportaba un disturbio en una propiedad ubicada en el suroeste del condado de Miami-Dade. Al llegar al lugar, los agentes encontraron un evento clandestino en el que decenas de personas se habían reunido para presenciar peleas de gallos, una práctica prohibida por la ley en Florida.


La policía detuvo a 42 personas sospechosas de participar activamente en estas peleas ilegales. Entre los arrestados se encontraban varios ciudadanos cubanos, incluyendo a Juan González y Osbel Alfonso, residentes en Yalea. Además, otros tres hombres permanecen bajo custodia, dos de ellos con órdenes de detención migratoria.

La ley de Florida es clara respecto a las peleas de animales: se trata de un delito grave que puede acarrear hasta cinco años de prisión. Además, quienes sean encontrados culpables pueden enfrentar fuertes multas económicas y sanciones adicionales, como la prohibición de poseer animales. Estas medidas buscan desalentar la realización de eventos que promueven la crueldad y el sufrimiento animal.

En esta redada, las autoridades incautaron más de $39,000 en efectivo, lo que evidencia la magnitud de las apuestas ilegales relacionadas con estas peleas. Además, se rescataron 72 gallos que eran utilizados en los combates, muchos de los cuales podrían haber sido víctimas de maltrato severo.

Más allá de la evidente crueldad hacia los animales, las peleas de gallos suelen estar estrechamente ligadas a otras actividades ilícitas. Estas incluyen apuestas clandestinas, tráfico de animales y, en ocasiones, violencia entre los participantes o asistentes. La policía enfatiza que estas redes ilegales representan un problema serio para la seguridad y la tranquilidad de las comunidades locales.

La operación policial en Miami-Dade refleja un esfuerzo coordinado para desmantelar estas redes y evitar que continúen proliferando. La participación de ciudadanos cubanos en este caso ha sido notificada, sin embargo, la policía aclara que la nacionalidad no es un factor determinante en la persecución del delito, sino la conducta y la violación de la ley.


Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que denuncie cualquier actividad sospechosa relacionada con peleas ilegales de animales. Se recomienda hacerlo de forma anónima a través de Crime Stoppers de Miami-Dade, una línea dedicada a recibir información que pueda ayudar a prevenir y combatir estos delitos.

Este llamado es crucial, ya que la colaboración ciudadana es una de las herramientas más efectivas para detectar y desarticular eventos clandestinos. La participación activa de los vecinos y testigos puede marcar la diferencia en la protección de los animales y en la seguridad pública.

Las peleas de gallos no solo representan un problema legal, sino también un desafío social y ético. En muchas ocasiones, estas actividades se realizan en zonas rurales o en lugares apartados, lo que dificulta su supervisión y control por parte de las autoridades. Sin embargo, la gravedad de la situación obliga a un esfuerzo constante para erradicarlas.

La comunidad de Miami, y en particular la de Miami-Dade, ha mostrado un creciente rechazo hacia estas prácticas. La realización de peleas ilegales de gallos genera un impacto negativo, fomentando la violencia y el maltrato animal, además de afectar la imagen de la región como un lugar seguro y respetuoso con los derechos de los animales.

La ley en Florida establece que en estos casos los implicados pueden enfrentar condenas de hasta cinco años de prisión, multas considerables en dependencia de la gravedad del hecho y la prohibición de tener animales en el futuro.

Estas medidas buscan no solo castigar a los infractores, sino también disuadir a la población de involucrarse en estas actividades ilegales. La protección animal es un tema que cada vez cobra más relevancia en la legislación y en la conciencia social.

Durante la redada, se rescataron 72 gallos que estaban siendo utilizados en las peleas clandestinas. Estos animales, a menudo entrenados para la lucha y sometidos a condiciones extremas, requieren atención veterinaria y un proceso de rehabilitación para recuperarse del maltrato sufrido. Las autoridades trabajan en coordinación con organizaciones de protección animal para garantizar el bienestar de estos gallos y buscarles un futuro lejos de la violencia. Este rescate es un paso importante para visibilizar la necesidad de proteger a los animales y erradicar estas prácticas crueles.

La redada masiva en Miami-Dade contra las peleas ilegales de gallos es un ejemplo contundente de la lucha que enfrentan las autoridades para combatir la crueldad animal y las actividades ilícitas asociadas. La detención de 42 personas y la incautación de miles de dólares en efectivo reflejan la magnitud del problema y la urgencia de mantener la vigilancia y la denuncia ciudadana.

El mensaje de las autoridades es claro: la crueldad animal no será tolerada en ninguna comunidad. La ley de Florida establece sanciones severas para quienes participen en estas actividades, y la policía continuará trabajando para desmantelar estas redes clandestinas.


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