La aerolínea estadounidense United Airlines suspenderá a partir del 2 de septiembre de 2025 su única ruta comercial regular entre Houston (Texas) y La Habana (Cuba). La decisión obedece a una serie de factores estructurales y coyunturales que han afectado la sostenibilidad de la operación, según explicó la empresa en una solicitud formal ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT).
La interrupción del servicio dejará a Houston sin conexión directa con la capital cubana y evidencia las crecientes dificultades que enfrentan las aerolíneas estadounidenses para mantener rutas hacia la isla, en medio de una baja demanda de pasajes, alta estacionalidad, y tensiones migratorias que impactan el flujo de viajeros.
Factores que motivaron la suspensión
United Airlines detalló tres razones principales para justificar su salida temporal del mercado:
- Disminución sostenida en la demanda: La ruta Houston-La Habana no ha logrado alcanzar niveles de ocupación rentables. El tráfico aéreo hacia Cuba sigue sin recuperarse completamente tras la pandemia y se ve limitado por restricciones migratorias y políticas que reducen el interés del viajero promedio.
- Alta estacionalidad: Los vuelos a la isla tienen picos de ocupación en temporadas específicas (como vacaciones o festividades familiares), pero durante el resto del año los números caen drásticamente, lo que dificulta mantener una frecuencia constante sin incurrir en pérdidas.
- Entorno regulatorio incierto: La reciente implementación de un programa de fianzas migratorias para ciertos viajeros de países como Cuba, así como demoras en la emisión de visados y restricciones de viaje impuestas por la administración estadounidense, han generado obstáculos adicionales para el flujo de pasajeros, afectando directamente la viabilidad comercial de la ruta.
Solicitud de exención y posible regreso en 2026
A pesar de la suspensión, United Airlines dejó claro que su intención no es abandonar definitivamente el mercado cubano. La aerolínea ha solicitado al DOT una exención para conservar sus derechos de operación sobre la ruta durante el periodo de inactividad, con la expectativa de reanudar los vuelos en el verano de 2026, si las condiciones mejoran.
En su declaración, la compañía expresó su interés en continuar sirviendo a la comunidad cubanoamericana y a los viajeros con necesidades legítimas de visitar la isla, pero subrayó que, bajo el entorno actual, mantener la ruta resulta inviable.
Impacto en los viajeros y situación del mercado aéreo EE.UU.-Cuba
La cancelación afecta principalmente a la comunidad cubana residente en el sur de Texas, así como a empresarios, profesionales y viajeros humanitarios que utilizaban esa conexión directa para sus desplazamientos. Ahora deberán recurrir a rutas alternativas vía Miami, Fort Lauderdale u otros aeropuertos del sur de Florida, incrementando tiempos y costos de viaje.
Actualmente, el mercado de vuelos comerciales entre EE.UU. y Cuba está dominado por otras aerolíneas:
- American Airlines representa el 68.4% del tráfico hacia la isla.
- Southwest Airlines ocupa el segundo lugar con 12.8%.
- Delta Airlines cubre un 11.8%.
- United Airlines, en comparación, controlaba apenas un 7% del total de vuelos, centrado exclusivamente en la ruta Houston-La Habana.
Además, United Airlines continuará operando un vuelo chárter semanal exclusivo entre Jacksonville y la base naval estadounidense en Guantánamo, una ruta no disponible para el público general y limitada al personal autorizado.
Un retroceso más en la frágil conectividad con Cuba
La suspensión de la ruta se suma a una tendencia preocupante de reducción de conexiones aéreas entre Estados Unidos y Cuba. Aunque los vuelos se habían reanudado progresivamente tras las restricciones impuestas por la pandemia y las sanciones del expresidente Donald Trump, nuevas normativas migratorias y el clima político actual han generado incertidumbre tanto para las aerolíneas como para los viajeros.
A esto se suma el impacto de la crisis económica en Cuba, que ha limitado la capacidad de la isla para atraer visitantes y ha desincentivado los viajes de residentes cubanos al extranjero, incluso cuando tienen familia en EE.UU. A ello se agregan medidas como la retención de ciudadanos cubanos en aeropuertos, la retirada de residencias permanentes y otras acciones que disuaden los desplazamientos.
¿Qué sigue?
La salida temporal de United del mercado cubano marca un nuevo capítulo en las relaciones aéreas entre ambos países. Aunque la compañía mantiene la puerta abierta a un regreso en 2026, el éxito de esa reanudación dependerá en gran parte de:
- Cambios en las políticas migratorias de EE.UU. y Cuba.
- Mayor claridad y estabilidad regulatoria.
- Incentivos o flexibilizaciones que aumenten la demanda.
- Reapertura económica en la isla.
Por ahora, los viajeros que deseen volar a La Habana desde Houston deberán realizar escalas, asumir costos más altos, o bien esperar a que el panorama cambie. Mientras tanto, la reducción de opciones para conectar a las familias cubanas con sus seres queridos en la isla vuelve a poner sobre la mesa los efectos humanos y económicos de la política migratoria estadounidense.