Una tripulante herida y dos jets dañado tras colisión de dos aviones de Delta en Nueva York

Coque de avión de Delta Airlines. Foto: Video de X de AZ Intel

El aeropuerto LaGuardia de Nueva York, uno de los más transitados y congestionados de Estados Unidos, fue escenario de un incidente inusual pero alarmante: dos aviones de Delta Connection colisionaron la noche del martes 1 de octubre mientras se desplazaban lentamente por la pista de taxi. Aunque la colisión ocurrió a baja velocidad, el impacto fue lo suficientemente fuerte como para dañar severamente la nariz de uno de los aviones e incapacitar temporalmente a una tripulante de cabina.

Ambos jets eran operados por Endeavor Air, subsidiaria regional de Delta Air Lines, y estaban cumpliendo rutas domésticas. Uno de ellos se preparaba para despegar rumbo a Roanoke, Virginia, mientras el otro acababa de aterrizar desde Charlotte, Carolina del Norte. Según las primeras versiones oficiales, el ala derecha del avión que rodaba hacia la pista golpeó la parte delantera del avión que acababa de llegar y estaba estacionado en la vía de taxi.


Cifras preliminares y atención médica

El vuelo en dirección a Roanoke llevaba a bordo entre 28 y 32 pasajeros, mientras que el que llegó desde Charlotte transportaba entre 57 y 61. Ninguno de los pasajeros resultó herido, pero una tripulante de cabina sufrió lesiones leves y fue trasladada a un hospital local para su evaluación.

Delta confirmó el incidente en un comunicado y aseguró que se están brindando los cuidados necesarios a su empleada lesionada. Además, señaló que ambos aviones fueron sacados de servicio para una evaluación técnica completa.

«Una sola persona a bordo de uno de los aviones sufrió lesiones que no ponen en peligro su vida y fue transportada a un hospital del área como medida de precaución», declaró a MailOnline el portavoz del aeropuerto.

¿Qué pasó exactamente?

Aunque los detalles técnicos aún se investigan, las primeras hipótesis apuntan a un error de coordinación entre la torre de control y la tripulación, o una falla en la visibilidad o el sistema de guiado de pista. El impacto se produjo mientras ambas aeronaves se desplazaban lentamente en un área de taxiado, lo que sugiere que no hubo riesgo de explosión o tragedia mayor, pero sí un evidente fallo en los protocolos de separación.


El hecho ocurrió alrededor de las 7:00 p.m., un horario de alta actividad en LaGuardia. “Escuchamos un golpe fuerte y luego sentimos que algo se detuvo de repente”, relató un pasajero que viajaba en el avión afectado. “Nadie sabía qué había pasado hasta que vimos por la ventanilla que había otro avión dañado”.

Investigación en marcha y cooperación de Delta

La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que ya inició una investigación para esclarecer el incidente. La agencia busca determinar si hubo error humano, fallas mecánicas o problemas de señalización en tierra. Delta, por su parte, declaró que está colaborando “plenamente” con las autoridades y aportará todos los registros técnicos y comunicaciones relevantes.

Hasta el momento, no se ha revelado si la tripulación será suspendida temporalmente durante la investigación ni qué tipo de sanciones podrían derivarse del incidente.

¿Qué tan comunes son estos incidentes?

Aunque los accidentes aéreos fatales han disminuido notablemente en la última década, los incidentes en tierra —especialmente colisiones durante maniobras de taxi— continúan siendo un área de preocupación. Según datos del National Transportation Safety Board (NTSB), en EE.UU. se reportan en promedio entre 10 y 15 colisiones en tierra al año, aunque la mayoría son leves y sin víctimas.

El año pasado, un caso similar involucró a un avión de American Airlines que chocó con un vehículo de servicio en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth. Y en 2023, en el mismo LaGuardia, se evitó por segundos un incidente mayor cuando dos aviones recibieron instrucciones contradictorias para despegar.

Riesgos en aeropuertos congestionados

El aeropuerto LaGuardia se conoce por sus limitaciones físicas: carece de espacio suficiente para maniobras amplias, tiene pistas más cortas que otros aeropuertos internacionales y opera al límite de su capacidad en muchas horas del día. Estos factores incrementan el margen de error y obligan a una coordinación milimétrica entre pilotos, torres de control y vehículos en tierra.

“Este incidente, aunque no grave en términos de víctimas, es una alerta roja sobre los cuellos de botella en la infraestructura aeroportuaria de Estados Unidos”, comentó un excontrolador aéreo consultado por medios locales.

Repercusiones para Delta y la industria

Aunque Delta cuenta con uno de los historiales de seguridad más sólidos del país, el incidente genera un impacto reputacional y financiero. Se espera que ambas aeronaves se sometan a reparaciones costosas, y es probable que el hecho se analice en auditorías internas y revisiones de protocolos.

Para la industria en general, el caso podría acelerar las discusiones sobre el uso de tecnología avanzada para el guiado en tierra, como sistemas automatizados de alerta de colisión o inteligencia artificial aplicada al manejo del tráfico aeroportuario.

¿Y los pasajeros?

Delta ofreció reacomodación inmediata a los pasajeros de ambos vuelos y comunicó que brindará compensaciones individuales. Los vuelos afectados se cancelaron, pero no se registraron retrasos masivos en otras operaciones. El aeropuerto LaGuardia retomó su funcionamiento normal al día siguiente.

“Nos sentimos aliviados de que no haya pasado a mayores, pero es preocupante pensar que esto pueda ocurrir”, declaró una pasajera entrevistada por medios neoyorquinos.


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