
El premio mayor de la lotería Powerball volvió a crecer y alcanzó los $1.500 millones luego de que el más reciente sorteo se realizara sin un boleto ganador. La cifra coloca a este acumulado entre los más altos registrados en la historia del juego en Estados Unidos y ha reavivado el interés de millones de personas que siguen cada sorteo con la esperanza de un cambio de vida repentino.
El próximo sorteo está programado para este sábado y, de no registrarse un ganador, el monto podría continuar aumentando, reforzando su lugar dentro del grupo de jackpots históricos.
Un acumulado impulsado por una larga racha sin ganadores
El actual jackpot es el resultado de más de 40 sorteos consecutivos sin que nadie acierte la combinación completa de números. La última vez que el premio mayor fue reclamado ocurrió a inicios de septiembre, lo que ha permitido que el bote crezca de forma sostenida durante varios meses.
Este tipo de rachas no es habitual, pero cuando se produce suele generar un impacto inmediato en la venta de boletos, especialmente en estados con alta participación como Florida, California y Texas.
Cómo funciona el sorteo de Powerball
Powerball es una de las loterías más populares del país y se juega en 45 estados, además de Washington D.C., Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Para participar, los jugadores deben seleccionar cinco números blancos entre el 1 y el 69, así como un número Powerball rojo entre el 1 y el 26. Acertar los seis números es la única forma de ganar el premio mayor.
Cada boleto tiene un costo de dos dólares, y los jugadores pueden añadir un dólar adicional para activar la opción Power Play. Este complemento permite multiplicar la mayoría de los premios secundarios, aunque no aplica al jackpot, y es una de las razones por las que muchos boletos ganadores alcanzan cifras millonarias incluso sin acertar la combinación completa. Los sorteos se realizan tres veces por semana, los lunes, miércoles y sábados, y son transmitidos a nivel nacional.
Premios secundarios y opciones de cobro
Aunque la atención se centra en el premio mayor, Powerball ofrece varios niveles de premios. En el sorteo más reciente, boletos vendidos en distintos estados lograron ganancias de entre un millón y dos millones de dólares gracias a coincidencias parciales y al uso del Power Play.
El monto anunciado de $1.500 millones corresponde a la opción de anualidad, que se paga en 30 cuotas a lo largo de tres décadas. Sin embargo, la mayoría de los ganadores opta por el pago en efectivo, que en este caso se estima en alrededor de $570 millones antes de impuestos.
A nivel federal, los premios están sujetos a impuestos, y en algunos estados también se aplican gravámenes estatales. En Florida, por ejemplo, no existe impuesto estatal sobre las ganancias de lotería, un factor que suele incrementar el atractivo local de estos sorteos.
Los mayores premios en la historia de Powerball
A lo largo de los años, Powerball ha entregado algunos de los premios más grandes jamás registrados en Estados Unidos. El mayor jackpot del juego, y de cualquier lotería estadounidense, alcanzó los $2.040 millones en noviembre de 2022 con un boleto vendido en California.
En octubre de 2023, otro acumulado histórico llegó a los $1.765 millones, mientras que en enero de 2016 se entregó un premio de $1.587 millones repartido entre boletos vendidos en California, Florida y Tennessee. El actual jackpot de $1.500 millones ya forma parte de esta lista exclusiva y podría escalar aún más si el próximo sorteo vuelve a quedar sin ganador.
Probabilidades mínimas y expectativa máxima
Pese a las cifras multimillonarias, las probabilidades de ganar el premio mayor siguen siendo extremadamente bajas, con una posibilidad de una entre 292,2 millones. Aun así, cada vez que el bote alcanza niveles históricos, se registra un aumento significativo en la venta de boletos y una intensa conversación en redes sociales sobre los posibles usos de una fortuna de ese tamaño.
Especialistas recuerdan que Powerball es un juego de azar, pero reconocen que su impacto cultural y mediático va mucho más allá de las probabilidades matemáticas.
Un sorteo seguido en todo el país
Con $1.500 millones en juego, el próximo sorteo de Powerball se perfila como uno de los más esperados del año. Si el premio no se entrega, el acumulado podría continuar creciendo y reforzar aún más el atractivo de una lotería que, una y otra vez, logra captar la atención nacional con la promesa de un premio histórico.
Los beneficios sociales de la Lotería de Florida
Más allá de los premios millonarios y del impacto mediático de sorteos como Powerball, la Lotería de Florida cumple un papel clave en el financiamiento de programas públicos en el estado. Desde su creación en 1988, la lotería ha tenido como objetivo principal generar recursos para la educación, canalizando parte de sus ingresos hacia iniciativas que buscan ampliar el acceso y la calidad del sistema educativo.
Uno de los principales destinos de estos fondos es el programa Bright Futures, que otorga becas a estudiantes de alto rendimiento académico para cursar estudios universitarios y técnicos dentro del estado. A lo largo de los años, millones de estudiantes floridanos han podido costear parcial o totalmente su educación superior gracias a los ingresos generados por la venta de boletos de lotería.
Además de las becas, los recursos de la Lotería de Florida también se utilizan para apoyar la educación pública en etapas tempranas. Una parte significativa de los fondos se destina al sistema de educación preescolar voluntaria (VPK), diseñado para preparar a niños de cuatro años para su ingreso a la escuela primaria, especialmente en comunidades de ingresos bajos y medios.
La lotería también contribuye al financiamiento de infraestructuras educativas, materiales escolares y programas de apoyo académico, lo que permite aliviar la presión sobre el presupuesto estatal. Según datos oficiales, miles de millones de dólares han sido transferidos al Fondo de Mejoramiento Educativo de Florida desde la creación de la lotería, consolidándola como una fuente estable de ingresos públicos.
En contextos de jackpots históricos como el actual, el aumento en la venta de boletos se traduce directamente en mayores aportes para estos programas. Aunque las probabilidades de ganar el premio mayor son mínimas, cada boleto vendido genera un impacto tangible en áreas clave como la educación, reforzando el argumento de que la lotería funciona también como un mecanismo de redistribución de recursos con beneficios sociales a largo plazo.


