
Un nuevo sondeo de la Florida Atlantic University (FAU) pone en evidencia una tendencia preocupante: el 53 % de los residentes de Florida está considerando mudarse fuera del estado debido al aumento del costo de vida. El estudio, realizado por la Business and Economic Polling Initiative (BEPI), encuestó a mil floridanos y arrojó una radiografía del descontento económico que se vive en la región por diversos factores entre ellos la inflación, el precio de las viviendas y el costo de vida.
El estudio buscaba descubrir si, a pesar de los tiempos inciertos y las presiones económicas, el anhelado sueño americano sigue latiendo en la mente y el corazón de la gente. «Queríamos ver si los estadounidenses siguen siendo optimistas sobre su vida, su nivel de vida y la economía en general», dijo el instructor principal de la Universidad Atlántica de Florida, Eric Levy.
Inflación, vivienda y seguros: el peso del día a día
El principal detonante del malestar es la inflación, que afecta a nueve de cada diez residentes, seguida por el precio de la vivienda, que preocupa al 80 % de los encuestados. Las tasas hipotecarias y los seguros de propiedad, que se han disparado en los últimos años, agravan la sensación de inestabilidad.
Casi la mitad de los participantes (43 %) dijo vivir de cheque a cheque, y solo un 48 % cuenta con un fondo de emergencia suficiente para cubrir tres meses de gastos básicos. Además, un 36 % confía en que su situación financiera mejore en los próximos años, mientras que un 43 % se muestra “algo optimista”.
La combinación de estos factores ha erosionado el atractivo del estado, que durante décadas fue símbolo de prosperidad, bajos impuestos y oportunidades laborales.
Entre la frustración y la esperanza
El investigador Levy, de FAU, señaló que el descontento no necesariamente implica una ola migratoria inmediata: «Creo que puedes llevar nuestros resultados en cualquier dirección, ¿verdad? Estos son números grandes; están realmente preocupados. Y, sin embargo, a pesar de lo preocupados que están, todavía hay una especie de optimismo inexplicable de que todavía piensan que las cosas van a ser mejores en el futuro», expresó el experto.
Según el académico, muchos floridanos experimentan una fatiga económica provocada por el rápido aumento de los costos, pero siguen reconociendo el valor del mercado laboral local, que se mantiene sólido en comparación con otros estados.
A pesar de las tensiones, la encuesta revela un dato esperanzador: más de la mitad de los participantes (53 %) aún cree en el “sueño americano”, lo que refleja la persistencia del optimismo en medio de la incertidumbre.
Sean Snaith, director del Instituto de Pronósticos Económicos de la Universidad de Florida Central (UCF), también es del criterio que el incremento en los precios de la vivienda, las tasas hipotecarias y las primas de seguros ha puesto una carga considerable sobre los habitantes del estado.
«Ha sido un momento difícil; La inflación ahora está bajando. Eso no significa que los precios de todo vuelvan a bajar; solo significa que los precios de todo no siguen subiendo a un ritmo tan rápido», argumentó Snaith, pero dice que la tasa de desempleo es una esperanza para los residentes.
«En este momento, el mercado laboral, si bien la contratación se ha desacelerado significativamente, la tasa de desempleo se mantiene en niveles históricamente bajos. Por lo tanto, no estamos viendo que se despida a personas en todos los ámbitos, en cuyo caso, se empieza a ver que el sentimiento cambia. En general, la mayoría de las personas que quieren trabajar pueden encontrar un trabajo o tener un trabajo», manifestó el experto.
Afirmó además que el aumento en los costos de la vivienda, sumado al incremento de las tasas hipotecarias y de los seguros, ha ejercido una notable presión sobre la población.
Un estado en transformación
Florida ha experimentado un fuerte crecimiento poblacional y económico en los últimos años, impulsado por la migración interna desde otros estados. Sin embargo, este mismo éxito ha contribuido al encarecimiento de la vivienda y a la saturación de los servicios.
Los aumentos en los seguros de propiedad —especialmente tras huracanes recientes y reclamos catastróficos— han elevado los costos de vida incluso para propietarios de larga data. En algunos condados, las primas de seguro se han triplicado desde 2020, mientras que las rentas han alcanzado niveles récord en áreas como Miami, Orlando y Tampa.
Un desafío para las autoridades locales
El informe plantea un dilema clave para los responsables políticos: cómo mantener el atractivo de Florida sin perder su accesibilidad económica. Legisladores y gobiernos municipales han comenzado a debatir medidas de alivio, como programas de vivienda asequible, topes al incremento de seguros y posibles incentivos fiscales. “Si Florida deja de ser asequible para la clase media, el impacto se sentirá en todos los sectores: desde la educación hasta el turismo”, advierten economistas locales citados por FAU.
Una reflexión sobre el futuro
El estudio de FAU no solo refleja las tensiones financieras de los floridanos, sino también un punto de inflexión social: el equilibrio entre el crecimiento y la calidad de vida. En un estado que sigue atrayendo a miles de nuevos residentes cada año, el reto será sostener esa popularidad sin comprometer la estabilidad de quienes ya lo llaman hogar. Florida, paradójicamente, podría estar enfrentando el costo de su propio éxito.





