Southwest Airlines modifica la política en sus operaciones aéreas: pasajeros de talla grande deberán pagar asiento adicional y se eliminan beneficios históricos

Southwest Airlines. Foto: Abdul N Quraishi – Abs / Shutterstock.com

Southwest Airlines, una de las compañías aéreas más reconocidas en Estados Unidos por sus políticas amigables con los clientes, anunció una serie de cambios que transformarán su modelo de servicio a partir del 27 de enero de 2026. Las modificaciones incluyen nuevas reglas para pasajeros de talla grande, el fin de la política de maletas facturadas gratuitas y la eliminación del sistema de embarque libre, medidas que han generado debate en la industria aérea y entre los viajeros.

Fin de una política inclusiva

Durante más de tres décadas, Southwest fue reconocida por su flexibilidad hacia los pasajeros de talla grande. La aerolínea permitía que las personas que no cupieran cómodamente en un asiento estándar pudieran solicitar uno adicional sin costo, siempre que el vuelo no estuviera lleno. A partir de 2026, esto cambiará:


  • El apoyabrazos será considerado el límite definitivo para definir el espacio de un asiento.
  • Quienes lo excedan deberán comprar anticipadamente un segundo asiento.
  • El reembolso por ese asiento adicional solo será posible bajo tres condiciones: que el vuelo no esté completo, que ambos boletos correspondan a la misma clase tarifaria y que la solicitud se presente dentro de los 90 días anteriores al viaje.

Con esta decisión, Southwest abandona lo que muchos pasajeros consideraban una política de inclusión y respeto a la diversidad corporal.

Cambios en el equipaje y en el abordaje

El ajuste no se limita a los pasajeros de talla grande. La aerolínea también eliminará dos de sus características más distintivas:

  • Maletas gratuitas: hasta ahora, Southwest era la única gran aerolínea de Estados Unidos que permitía registrar dos maletas sin costo adicional. Desde 2026, se aplicarán tarifas de 35 dólares por la primera y 45 dólares por la segunda, con excepciones limitadas a viajeros frecuentes de alto nivel o boletos Business Select.
  • Asignación de asientos: la compañía dirá adiós a su sistema de “embarque libre”, que permitía a los pasajeros elegir su asiento al abordar. A partir de ahora, todos los clientes tendrán un lugar asignado en el momento de la compra del pasaje, siguiendo la práctica estándar de la industria.

Razones económicas detrás del giro

La decisión responde a una necesidad de aumentar ingresos y mejorar la rentabilidad. Southwest ha enfrentado pérdidas financieras consecutivas, reducción de personal y una fuerte presión de accionistas para actualizar su modelo de negocio, considerado por algunos analistas como “anticuado” en un mercado cada vez más competitivo.

El objetivo de la empresa es adaptarse a la realidad de la aviación comercial, donde los ingresos complementarios por equipaje, selección de asientos y otros servicios representan una parte esencial de las ganancias.

Reacciones y debate público

Las medidas han generado debate. Mientras la aerolínea insiste en que busca garantizar comodidad a todos los pasajeros y sostener su operación en un contexto financiero complejo, críticos y organizaciones defensoras de los derechos de personas con obesidad consideran que la decisión supone un retroceso en materia de inclusión.


Para algunos expertos en la industria, los cambios reflejan una tendencia inevitable: “Southwest no podía sostener un modelo que no generaba ingresos adicionales en un sector donde todas las aerolíneas están monetizando cada aspecto del viaje”, opinó un analista citado por medios especializados.

La aerolínea también decidió dar un giro estratégico incorporando boletos básicos a menor precio, ampliar la venta de pasajes en portales de terceros como Expedia, apostar por vuelos en horario nocturno y sumar otros servicios que la acercan a un esquema de operación más tradicional dentro del sector.

Estas medidas no llegan por casualidad: la presión ejercida por los accionistas, los despidos masivos anunciados en julio y la urgencia de recuperar ingresos tras varios años de números en rojo han acelerado una transformación que busca devolverle competitividad en un mercado cada vez más exigente.

Cómo actúan otras aerolíneas

Southwest deja de ser la excepción en un panorama donde otras aerolíneas ya imponían restricciones similares a pasajeros de talla grande:

  • Alaska Airlines: exige la compra de un asiento adicional si el viajero no puede bajar el apoyabrazos.
  • American Airlines: recomienda reservar dos asientos y ofrece asistencia para la reubicación en el aeropuerto.
  • Delta Airlines: puede reubicar al pasajero en otro asiento o incluso en otro vuelo, sin cobro extra, dependiendo de la disponibilidad.
  • Frontier Airlines: obliga a adquirir un asiento adicional si no se bajan ambos apoyabrazos.

En comparación, Southwest se había destacado como la más permisiva, lo que le había granjeado buena reputación entre comunidades de talla grande.

Impacto económico en los viajeros de Florida

Miami y Fort Lauderdale figuran entre los aeropuertos donde Southwest tiene gran presencia, sobre todo en vuelos domésticos hacia Texas, Nueva York y destinos turísticos. Con el fin de las maletas gratis, un viaje ida y vuelta desde Miami a Dallas con dos maletas por pasajero podría encarecerse en 160 dólares adicionales, según estimaciones.

“Muchas familias eligen Southwest desde Miami porque podían llevar maletas sin preocuparse por los cargos. Ahora será otra aerolínea más con costos ocultos”, opinó María González, residente de Hialeah que viaja anualmente a Houston a visitar a su familia.

Un nuevo rumbo para Southwest

Con estas decisiones, Southwest Airlines abandona buena parte de su identidad histórica, marcada por un enfoque familiar y accesible para los viajeros. La transición hacia un modelo más cercano al de sus competidores supone un desafío: mantener su base de clientes leales mientras responde a las exigencias de rentabilidad de los inversionistas.

El 27 de enero de 2026 marcará un punto de inflexión: lo que durante décadas fue considerado un “plus” para quienes viajaban desde Florida con Southwest dejará de existir. Ahora, tanto residentes como turistas deberán reevaluar costos y beneficios al elegir esta aerolínea.

En ciudades como Miami, donde el turismo, la migración y los viajes familiares son constantes, la medida promete alterar el comportamiento de los pasajeros y podría redefinir la competencia en los aeropuertos más transitados del estado.


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