El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha confirmado una reforma integral del examen de naturalización, que deberán aprobar los inmigrantes que aspiren a convertirse en ciudadanos estadounidenses. La nueva versión del examen, que introduce 128 preguntas de educación cívica, reemplaza el formato anterior de 100 y plantea un nivel de exigencia más alto, tanto en la preparación como en la evaluación oral.
Según una nota federal de implementación, la nueva evaluación retomará el formato del examen cívico aplicado en 2020, durante el primer mandato de Donald Trump, una versión que había sido retirada más tarde por la administración de Joe Biden tras asumir el poder.
Un cambio histórico en el examen de naturalización
Desde 2008, el examen de ciudadanía se había mantenido prácticamente sin modificaciones. Ahora, USCIS considera que era necesario actualizar los contenidos para reflejar mejor la historia, los valores y las instituciones del país. El cambio llega en un contexto de aumento en las solicitudes de naturalización y de un debate público sobre el significado de ser ciudadano estadounidense.
El examen evalúa conocimientos sobre historia, gobierno, civismo, símbolos nacionales y derechos constitucionales. Entre los temas que se mantienen están la Constitución, la independencia, las guerras que marcaron la historia del país y la estructura de los poderes públicos.
Sin embargo, el nuevo formato añade preguntas más específicas sobre figuras históricas, fechas, responsabilidades cívicas y principios democráticos, lo que demandará una preparación más profunda de los aspirantes.
De 100 a 128 preguntas: qué cambia exactamente
El banco de preguntas pasa de 100 a 128 posibles interrogantes. Durante la entrevista con el oficial de inmigración, los solicitantes deberán responder correctamente 12 preguntas antes de cometer 9 errores. En la versión anterior bastaba con acertar seis de diez.
Además, USCIS indicó que algunas preguntas fueron reformuladas para requerir respuestas más completas, evitando respuestas de una sola palabra. Por ejemplo, donde antes se pedía mencionar “un derecho o libertad del Primer Enmienda”, ahora se espera una explicación más amplia o con ejemplos.
La agencia justificó los cambios argumentando que la medida busca “promover una comprensión más sólida de los valores cívicos estadounidenses y del sistema democrático”.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) señaló que esta medida forma parte de un proceso “por fases” destinado a elevar el nivel de dificultad del examen de ciudadanía, y anticipó que en las próximas “semanas y meses” se darán a conocer nuevas disposiciones.
En los últimos meses, la agencia ha introducido varios ajustes al proceso de naturalización. Entre ellos, la evaluación más estricta del “buen carácter moral” de los aspirantes y la reactivación de la práctica de “monitoreo vecinal”, mediante la cual se contactará a vecinos y compañeros de trabajo para verificar la conducta del solicitante.
Hace apenas dos semanas, el director de USCIS, Joseph Edlow, calificó el examen actual como “demasiado fácil” y adelantó que se estudian reformas adicionales, como elevar la puntuación mínima requerida y añadir una sección escrita en forma de ensayo para los candidatos a la ciudadanía.
Transición para quienes ya iniciaron el proceso
USCIS aclaró que quienes hayan presentado su solicitud de naturalización antes de la entrada en vigor de la reforma podrán optar por realizar la versión anterior del examen, para no afectar a quienes ya habían comenzado su preparación.
El nuevo formato se aplicará a las solicitudes presentadas después de la fecha de implementación oficial, prevista para el último trimestre de 2025.
Reacciones y preocupación entre las comunidades inmigrantes
Organizaciones proinmigrantes han expresado preocupación por el posible impacto desproporcionado del cambio en solicitantes con menor dominio del inglés o con limitados recursos educativos. Abogados de inmigración señalan que la complejidad adicional podría generar más rechazos, especialmente entre adultos mayores o refugiados que llevan muchos años en el país.
Grupos de apoyo, como la National Partnership for New Americans (NPNA), han pedido a USCIS mantener materiales gratuitos de estudio y traducidos, además de ampliar las opciones de preparación comunitaria.
En ciudades como Miami, Los Ángeles, Houston y Nueva York, donde la población inmigrante es predominante, centros educativos ya están actualizando sus cursos de ciudadanía para adaptarse a la nueva versión.
Un paso más hacia la integración, según USCIS
Pese a las críticas, USCIS sostiene que el cambio no busca dificultar el proceso, sino fortalecer la integración cívica de quienes obtienen la ciudadanía. Según la agencia, “convertirse en ciudadano estadounidense implica más que cumplir con requisitos legales; significa entender los fundamentos democráticos del país y comprometerse con ellos”.
El examen continuará evaluando tanto el conocimiento cívico como el dominio básico del inglés, mediante la lectura, escritura y comprensión oral durante la entrevista con el oficial.
Qué temas se incluyen en el nuevo examen
El temario se divide en seis áreas principales:
- Gobierno de Estados Unidos: ramas del poder, funciones del Congreso, del Presidente y de la Corte Suprema.
- Historia del país: independencia, guerras importantes, líderes históricos y movimientos sociales.
- Derechos y deberes cívicos: libertades fundamentales, participación electoral y juramento de lealtad.
- Símbolos nacionales: bandera, himno, fiestas patrias y lemas.
- Geografía básica: estados, capitales y fronteras.
- Principios democráticos: separación de poderes, federalismo y responsabilidad ciudadana.
USCIS pondrá a disposición de los solicitantes materiales oficiales de preparación, audios con las preguntas y respuestas, y recursos digitales para practicar.
Un examen más exigente, pero con valor simbólico
El nuevo examen de ciudadanía es visto por algunos expertos como un reflejo del momento histórico de Estados Unidos, que busca reafirmar su identidad democrática en tiempos de polarización. Para muchos inmigrantes, sin embargo, representa un reto adicional en un proceso que ya es largo y costoso, con tarifas que pueden superar los $760 dólares y tiempos de espera de más de un año.
Aun así, el interés por naturalizarse sigue creciendo. En el último año, más de 878.000 personas obtuvieron la ciudadanía estadounidense, la cifra más alta desde 2010.