¿Se acerca el colapso?: Mario Díaz-Balart vaticina la caída de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua con Trump al frente de la Casa Blanca

El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart reafirmó su convicción de que los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua “no sobrevivirán otro mandato” de Donald Trump. Según sus declaraciones desde que Trump asumió la presidencia en enero de este año endureció las sanciones, medidas diplomáticas y presión internacional contra estos países de América Latina.

En diálogo con la comunicadora Ninoska Pérez, Díaz-Balart afirmó que las dictaduras regionales “cruzan los dedos” para que Trump no regrese al poder, convencidas de que la política de presión que impulsa Washington bajo la administración actual las mantiene bajo asedio constante.


“Estoy convencido de que el régimen de Venezuela, igual que el de La Habana y el de Managua, no sobreviven otros cuatro años del presidente Trump, por su actitud de solidaridad con los pueblos oprimidos y su firmeza frente a los tiranos”, aseguró el legislador republicano por la Florida.

El contraste con Obama y Biden

Díaz-Balart recordó que durante la administración de Barack Obama se impulsó una política de acercamiento con Cuba, que incluyó la apertura de embajadas, flexibilización de viajes y remesas, y un incremento en las relaciones bilaterales. Esa estrategia, dijo, fue retomada parcialmente por el presidente Joe Biden con la reapertura de vuelos y alivios en materia de reunificación familiar.

“Estas dictaduras están haciendo todo lo posible por resistir hasta las elecciones de Estados Unidos. Esperan un cambio que les permita volver a ser legitimadas y beneficiadas por una administración más blanda”, afirmó.

Para el congresista, esas políticas solo han servido para prolongar la vida de regímenes que “se sostienen sobre la represión y la falta de libertades fundamentales”. Añadió que mientras Trump aumentó sanciones y limitó fuentes de ingresos a La Habana y Caracas, la actual administración ha preferido apostar por el diálogo.


Regímenes a la espera del 2025

Díaz-Balart también advirtió que tanto Cuba como Venezuela y Nicaragua se encuentran en una estrategia de “resistencia temporal”, confiando en que un resultado electoral favorable en Estados Unidos les permita recuperar oxígeno político y económico. “Están aguantando el tiempo, esperando que Washington les devuelva legitimidad y beneficios”, señaló.

Este cálculo político, según el legislador, refleja la fragilidad de esos sistemas y su dependencia de la política exterior estadounidense.

Venezuela bajo la lupa internacional

El congresista dedicó especial atención al caso venezolano, al que considera un peligro directo para la estabilidad regional. Reiteró su apoyo a que Estados Unidos declare formalmente al régimen de Nicolás Maduro como “Estado patrocinador del terrorismo”.

Según Díaz-Balart, Caracas no solo ha permitido, sino que ha facilitado la operación de grupos armados irregulares, convirtiendo al país en un “refugio de organizaciones criminales y terroristas”. Recordó que informes de organismos internacionales han señalado vínculos de funcionarios venezolanos con el narcotráfico y la presencia de guerrilleros colombianos en territorio venezolano. “Los hechos están claros. El régimen de Venezuela no combate el terrorismo, lo facilita”, alertó.

Cuba y Nicaragua en el mismo eje

El legislador también incluyó a Cuba y Nicaragua dentro de este “eje autoritario”. Sobre la isla, afirmó que su aparato de inteligencia sigue siendo un actor desestabilizador en la región, mientras que en Managua denunció la “consolidación de un régimen dinástico” bajo Daniel Ortega y Rosario Murillo, con persecución de la Iglesia Católica y encarcelamiento de opositores.

Díaz-Balart subrayó que estas tres dictaduras han tejido alianzas estratégicas con potencias como Rusia, China e Irán, lo que convierte la situación en un desafío más allá del hemisferio occidental.

Una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos

Para el congresista, lo que ocurre en La Habana, Caracas y Managua trasciende el drama humanitario y constituye un riesgo directo para Estados Unidos. “La situación en Venezuela, Nicaragua y Cuba no es solo desastrosa para sus pueblos, sino también una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos”, advirtió.

En su visión, la persistencia de estos regímenes alimenta el narcotráfico, el éxodo migratorio masivo y el fortalecimiento de alianzas hostiles a Washington.

Díaz-Balart, uno de los congresistas republicanos más cercanos al exilio cubano y venezolano en Miami, reafirmó su respaldo a la estrategia de línea dura hacia América Latina. En un acto público, agradeció al presidente Trump por mantener una política que, según él, fortalece la causa contra las dictaduras comunistas en la región.

Reacciones y ecos en la comunidad

Las declaraciones de Díaz-Balart han generado expectativa en sectores del exilio cubano y venezolano en Florida, que desde hace años reclaman una política más firme hacia sus países de origen. Líderes opositores en Miami consideran que, de cumplirse estas proyecciones, la región podría entrar en un “punto de quiebre histórico”.

Sin embargo, otros analistas advierten que la caída de regímenes autoritarios es un proceso complejo que depende también de factores internos como la movilización ciudadana, fracturas en las élites y presiones internacionales coordinadas.


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