
De esta manera Castro aviva las esperanzas de quienes creen que desaparecerá por completo la tarjeta blanca, el permiso de entrada para aquellos que viven en el exterior y los más optimistas que bajaran los precios absurdos a los que somos sometidos los que vivimos fuera de Cuba. Como es costumbre no se especificaros los cambios pero lo que sí dijo claramente Castro fue que «se incluirán medidas para preservar el capital humano creado por la Revolución frente al robo de talentos que practican las naciones poderosas», que en buen cubano quiere decir «seguiremos jodidos» y los cubanos seguiremos teniendo que pedir permiso para todo.






9 Comentarios