El rapero cubano Eliecer Márquez Duany, conocido como El Funky, ha recibido la residencia permanente en Estados Unidos, un desenlace que llega después de años de lucha contra la persecución política y meses de incertidumbre migratoria.
El artista, nacido en La Habana, saltó a la escena internacional como una de las voces principales de la canción “Patria y Vida”, himno de la oposición al régimen cubano que ganó un Latin Grammy en 2021 y que acompañó las históricas protestas del 11 de julio de ese mismo año.
Ese protagonismo lo colocó en el centro de la atención mediática, pero también lo convirtió en un objetivo para las autoridades cubanas. Ante amenazas y presiones, El Funky decidió emigrar y en octubre de 2021 llegó a Estados Unidos en busca de un futuro más seguro.
«Estamos celebrando después de tanto esfuerzo y trabajo, la residencia, soy residente americano, súper contento con el día de hoy, el trabajo que se ha hecho con el trabajo del abogado», comentó el artista contestatario a Telemundo 51.
Obstáculos legales y acusaciones fabricadas
El camino para obtener su estatus legal en suelo estadounidense estuvo lejos de ser sencillo. En mayo de 2025, el propio rapero alertó que tenía apenas un mes para resolver su situación migratoria, de lo contrario enfrentaría el riesgo de la deportación.
La razón principal era la existencia de cargos penales atribuidos en Cuba, considerados “inventados” por su defensa. Esos antecedentes, aunque falsos, se reflejaban en su expediente migratorio y bloqueaban la aprobación de su residencia.
«Le inventaron cargos en sus antecedentes penales que le prevenían de hacerse residente de los Estados Unidos, pero pudimos enseñar que esos antecedentes fueron inventados y que no le afectaban su residencia», dijo su representante legal, Miguel Inda-Romero.
El caso requirió un complejo proceso legal: se presentó una apelación, se reabrió el expediente y finalmente se tramitó un waiver o perdón migratorio, un recurso que permitió superar el obstáculo y abrir paso a la decisión final favorable.
«Llegó un punto que le negaron la residencia, tuvimos que hacer una apelación, reabrir el caso, aplicar a un perdón y fue aprobado y hoy a Gracias a Dios no solo ganó El Funky, sino que ganó el exilio cubano y todos los que luchamos por la libertad de nuestra patria», agregó su abogado.
Viaje hacia una victoria simbólica
En octubre de 2021, El Funky emprendió un viaje sin retorno hacia Estados Unidos. No se trató de una simple mudanza, sino de la consecuencia de su activismo político en Cuba. Su participación en “Patria y Vida”, la canción que encendió el espíritu de las protestas del 11J, lo puso bajo la mirada vigilante del régimen y transformó de raíz su destino. La espectacular canción también la interpretaron Gente de Zona, Maykel Osorbo, Luis Manuel Otero Alcántara y Yotuel Romero.
El propio artista y su equipo legal celebraron la obtención de la residencia como un triunfo que trasciende lo individual. Para la comunidad cubana en el exilio, se interpreta como una victoria contra la represión del régimen y como un ejemplo de que la voz de los disidentes puede encontrar respaldo en el sistema de justicia estadounidense.
El abogado de El Funky resaltó que este caso envía un mensaje de esperanza a quienes huyen de la persecución política en Cuba y buscan rehacer su vida fuera de la isla.
El significado de “Patria y Vida”
La canción “Patria y Vida”, interpretada por El Funky junto a Yotuel, Gente de Zona, Descemer Bueno y Maykel Osorbo, se convirtió en un fenómeno cultural y político. Con más de 13 millones de reproducciones en YouTube y premiada con el Latin Grammy a Canción del Año en 2021, el tema desafió directamente el lema oficialista de “Patria o Muerte”.
En Cuba, la pieza se censuró, y sus intérpretes sufrieron vigilancia, detenciones y presiones. Maykel Osorbo, uno de los coautores, permanece encarcelado en la isla, lo que añade mayor simbolismo al logro de El Funky en Estados Unidos.
Lo que representa para la comunidad del exilio
En Miami y otras ciudades de la diáspora cubana, recibieron la noticia de la residencia de El Funky con entusiasmo. Su figura se ha convertido en un referente del arte contestatario, un ejemplo de cómo la música puede convertirse en herramienta de denuncia y resistencia.
Además, su triunfo legal resalta las dificultades que enfrentan miles de migrantes cubanos al llegar a Estados Unidos, muchos de los cuales deben navegar procesos burocráticos complicados y demostrar persecución política para evitar la deportación.
Un nuevo comienzo
Con su estatus legal asegurado, El Funky podrá ahora consolidar su carrera musical en Estados Unidos, participar en giras internacionales y continuar con su activismo sin el temor constante a una deportación.
En sus declaraciones recientes, el rapero ha insistido en que seguirá usando su voz para visibilizar la situación en Cuba, apoyar a los presos políticos y mantener viva la llama de “Patria y Vida”, no solo como una canción, sino como una causa.