Rapero cubano El Funky revela lo que sucedería si lo deportan a Cuba: «Me estarían poniendo en manos del adversario”

Foto: Video de TikTok de Destino Tolk

La semana pasada se conoció de la compleja situación que enfrenta el rapero cubano El Funky quien fue uno de los intérpretes de la icónica canción Patria y Vida y uno promotores del Movimiento San Isidro que reavivó la llama por la libertad de expresión en Cuba. El artista contestatario recibió una notificación de las autoridades estadounidenses que le ordenan abandonar el país en un plazo de 30 días desde que se le avisó lo cual lo pone en una encrucijada.

El popular youtuber dominicano Destino Tolk que en los últimos tiempos ha venido desarrollando una intensa labor en divulgar problemas que afectan a los artistas cubanos en EE.UU entrevistó a El Funky donde conoció de cerca cómo enfrenta este dilema y sus consecuencias una vez que aterrice en La Habana.


“Me llega esta notificación donde tengo que abandonar el país en 30 días; si no, voy a ser deportado. Eso, por supuesto, me pone en máxima alerta”, dijo Eliécer Márquez Duany en la conversación que duró poco menos de una hora.

El Funky expresó de manera clara su inquietud sobre la idea de regresar a la isla.  “Eso sería un suicidio para mí. Me estaría poniendo en manos del adversario”, advirtió.

El artista señaló también que no teme por tener que volver a su tierra natal, pero admite que las respuestas del régimen de los Castro serían inmediatas. “Sé que va a haber un inmenso control… esperarían a que saque la cabeza para fabricarme un cargo o un delito”, afirmó con determinación.

explicó además que una vez que esté en Cuba sería imposible trabajar y mantener su propia independencia económica. “Si llego a Cuba, voy a depender del dinero del extranjero, y eso mismo lo usarían como justificación para decir que sigo en el activismo”, destacó el rapero.


Asimismo, denunció que su situación no recibió desde un primer momento por parte de su abogado ya que él se considera el verdadero caso de asilo y su representante nunca lo consideró así. A esto se suma el antecedente legal que orquestó la dictadura cubana para afectar su credibilidad. “Ese delito falso que me pusieron en Cuba afecta mi proceso aquí en Estados Unidos. Ellos son una fábrica de delitos”, abordó en la entrevista.

De acuerdo con lo que mencionó, ingresó a Estados Unidos con una visa de seis meses obtenida a través de una carta de invitación y se quedó en el país buscando regularizar su situación. “No tengo familia aquí, no tenía una guía, y dejé todo en manos de alguien que no hizo su trabajo”, lamentó el artista.

Tras recibir los premios por la canción Patria y Vida El Funky comenzó a percibir cierta cantidad de dinero como regalías, sin embargo, manifiesta que esta cifra no le permite solventar todos los gastos que tienen que hacer los inmigrantes en Estados Unidos para poder sustentarse. “Yo no como Grammy, hermano. Aquí hay que pagar renta”, comentó a Destino Tolk.

A pesar de las circunstancias que enfrenta, manifestó su agradecimiento por el apoyo brindado desde la comunidad cubana en el extranjero. «He sentido el apoyo de muchas personas. Gente que me escribe, me aconseja, me dice que no me rinda”, aclaró agradecido el cubano.

Entre los artistas cubanos que han expresado su apoyo al creador se encuentran el humorista Andy Vázquez, los demás integrantes de Patria y Vida, así como el reguetonero Osmany García. El Funky afirmó que está en la búsqueda de orientación legal para impugnar la resolución de inmigración. “Realmente lo que necesito ahora es un buen abogado”, informó preocupado el artista.

A pesar de que ha tenido ofertas para iniciar campañas de financiación, se mantiene precavido. “No quiero verme comprometido con dinero. Necesito un abogado que pueda asumir esta causa”, dijo en la entrevista. Ante una situación crítica por su estatus migratorio El Funky dejó un mensaje conmovedor. “Logré escapar de la perdición. Sabes lo que significa regresar. No. Estoy aquí para crecer y forjar un futuro más prometedor”, explicó a su entrevistador.

La situación de El Funky vuelve a poner sobre la mesa la discusión acerca de la condición migratoria de los activistas cubanos en Estados Unidos. Este caso resalta la vulnerabilidad de aquellos que, después de alzar su voz contra el régimen, se enfrentan al riesgo de ser olvidados o atrapados en la burocracia, a pesar de haberse convertido en íconos de resistencia.


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