
La influencer cubana Marllenys Reigada Ferrer, conocida en redes como La Mariposa, fue sometida en Miami a una histerectomía parcial, un procedimiento quirúrgico que implicó la extracción del útero para detener la progresión de una condición ginecológica que venía afectando su salud. Aunque conserva sus ovarios, la cirugía supone un cambio profundo en su vida como mujer, madre y figura pública.
La noticia la confirmó la propia creadora digital a través de varios videos difundidos en su cuenta en Instagram, donde habló abiertamente de su estado físico, los dolores propios del postoperatorio y las razones médicas que la condujeron a tomar esta decisión. Su testimonio rápidamente generó preocupación, solidaridad y una ola de mensajes de apoyo dentro y fuera de la comunidad cubana del sur de la Florida.
Un mensaje desde la vulnerabilidad: el llamado urgente que hace a las mujeres
Aunque La Mariposa suele compartir contenidos de humor, rutinas diarias y episodios de su vida familiar, este mensaje tuvo un tono radicalmente distinto: íntimo, serio y dirigido especialmente a las mujeres. En sus declaraciones, subrayó: “Quiero dejarles un mensaje a las mujeres: cuídense, nuestro cuerpo siempre habla y no podemos ignorarlo. Háganse sus chequeos, sus mamografías, sus ultrasonidos. Muchas condiciones, incluso el cáncer uterino, avanzan en silencio”.
“Lo que no se ve también existe”, afirmó, haciendo énfasis en la importancia de realizar chequeos regulares. Entre ellos mencionó ultrasonidos, mamografías, exámenes hormonales y consultas ginecológicas de rutina, prácticas que —recalcó— pueden marcar la diferencia entre detectar un problema a tiempo o enfrentarse a una cirugía mayor como la que ella acaba de atravesar.
Hoy continúa recuperándose, con dolores y con el cuerpo recordándole la operación tan grande por la que pasó, pero también con el corazón más fuerte que nunca. En su video aprovechó para agradecer a su esposo quien estuvo todo el tiempo a su lado.
Reacciones en redes: un efecto espejo entre miles de mujeres
Tras su publicación, las redes se llenaron de mensajes de apoyo. Lo más llamativo no fue solo la solidaridad hacia la influencer, sino la cantidad de testimonios de mujeres que decidieron compartir sus propias experiencias con cirugías similares, como histerectomías totales o parciales, miomectomías o tratamientos contra el cáncer de útero.
“Gracias por recordarnos que la salud no se posterga”. «Mi amiga bella, pronto estarás bien, te quiero mucho y eres muy valiente». «Que bueno que en medio de todo estas bien, pero que bello ver que tienes a Guille para todo, y se que con tu esposo alado, todo te a de ser más llevadero. Que Dios los bendiga». «Q papá Dios te bendiga siempre y pase su mano para que te sanes rápido, te necesitamos, eres nuestra inspiración, te queremos mucho cariño», fueron algunos de los comentarios de sus seguidores.
Muchas usuarias aseguraron que, después de escuchar el relato de La Mariposa, programarían sus chequeos médicos que venían postergando. Otras confesaron que ignoraron señales de alerta por miedo o vergüenza, y que hoy enfrentan consecuencias más graves. El caso se convirtió en una conversación colectiva sobre salud femenina, prevención y la necesidad de romper tabúes.
La decisión médica y el impacto emocional
Aunque no dio detalles profundos sobre su diagnóstico, La Mariposa explicó que los médicos consideraron la cirugía como “la opción más segura” para evitar complicaciones. La histerectomía parcial, que conserva los ovarios, suele indicarse cuando hay miomas, sangrados intensos, lesiones precancerosas o riesgos de enfermedades más severas.
En lo emocional, la influencer admitió que ha sido un proceso difícil y doloroso. “Duele, pero el corazón está bien”, dijo mientras agradecía las muestras de cariño de sus seguidores. Su fortaleza en medio del proceso ha sido destacada por muchas mujeres que ven en ella un ejemplo de valentía y apertura.
Un tema de salud pública: ¿por qué tantas mujeres llegan tarde al diagnóstico?
El caso de La Mariposa coincide con una realidad que médicos de Florida y organismos de salud han advertido en los últimos años: gran parte de las mujeres llegan tarde a sus diagnósticos porque no realizan controles periódicos. Factores como la falta de acceso a servicios médicos, el miedo al resultado, la desinformación o la creencia de que “si no hay dolor, no hay problema” se combinan para retrasar la detección.
En Estados Unidos, los CDC indican que el cáncer de útero y otras enfermedades ginecológicas presentan mejores pronósticos cuando se detectan en sus fases iniciales. En comunidades migrantes —como la cubana, venezolana, haitiana y centroamericana— la detección tardía es aún más frecuente por barreras económicas, culturales o legales.
La experiencia de La Mariposa, una figura seguida por cientos de miles, amplifica un mensaje que especialistas intentan posicionar desde hace años: escuchar el cuerpo, hablar sin tabúes y acudir al médico a tiempo.
La influencer y su rol dentro de la diáspora cubana
La Mariposa forma parte del nutrido ecosistema de creadores cubanos que han encontrado en Miami un espacio para desarrollar sus carreras digitales. Su contenido, centrado en la vida cotidiana, la maternidad y las experiencias del inmigrante, le ha permitido construir una comunidad sólida.
Este episodio marca un antes y un después en su trayectoria pública, pues no solo expone una situación personal delicada, sino que la convierte en voz de un tema que afecta a millones de mujeres en la región. Su vulnerabilidad, lejos de restarle popularidad, ha reforzado el vínculo emocional con su audiencia.
Un proceso de recuperación que requerirá tiempo
La recuperación tras una histerectomía suele tardar entre cuatro y ocho semanas, dependiendo del tipo de intervención. La Mariposa adelantó que seguirá en reposo, pero continuará comunicándose con su público siempre que su salud se lo permita. También anunció que compartirá más información sobre su recuperación para ayudar a otras mujeres que estén pasando por situaciones similares. Su mensaje final fue claro: “Cuídense, háganse sus chequeos. Las enfermedades no siempre avisan. A veces hablan bajito… hasta que un día gritan”.
La operación de La Mariposa no es solo una noticia sobre una figura pública; es un recordatorio urgente sobre la importancia del cuidado de la salud femenina. Su testimonio ha desencadenado una conversación necesaria en Miami y en la diáspora cubana, donde muchas mujeres enfrentan desafíos adicionales para acceder a la atención médica.
El caso demuestra cómo una voz individual puede impulsar un llamado colectivo a la prevención, el autocuidado y la ruptura de silencios históricos alrededor de enfermedades que siguen afectando a miles cada año.





