Este viernes, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aprobó una orden ejecutiva detallada sobre inmigración que permite la confiscación de bienes de inmigrantes indocumentados que no abandonen el país voluntariamente.
La iniciativa, conocida como el «Proyecto de Retorno a Casa», impone severas consecuencias a los inmigrantes indocumentados que no salen del país voluntariamente.
Advirtió que quienes opten por permanecer en Estados Unidos sin permiso legal podrían enfrentar deportación, acciones legales, encarcelamiento y sanciones, según lo estipulan las leyes de inmigración en relación con las infracciones.
También mencionó que se confiscarían salarios, cuentas bancarias y pertenencias privadas, como casas y automóviles.
Según la reciente resolución, todos los vuelos proporcionados a inmigrantes indocumentados que decidan salir de Estados Unidos de forma permanente serán financiados por el Gobierno Federal.
Además, se otorgará una recompensa financiera, conocida como bono de salida, a todo extranjero que opte por salir del país voluntariamente.
Esta semana, Trump reveló su plan de ofrecer 1.000 dólares a cada inmigrante indocumentado que decida regresar a su país de origen, aunque no mencionó la cifra total involucrada.