
El gobierno de Estados Unidos ordenó una revisión “rigurosa, exhaustiva y caso por caso” de todas las tarjetas de residencia permanente otorgadas a inmigrantes provenientes de 19 países considerados de “preocupación” para la seguridad nacional. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) confirmó que la orden fue emitida “a solicitud directa del presidente”, y que el proceso comenzará de inmediato, sin plazos definidos y con alcance nacional.
“Por orden del presidente, he ordenado una revisión exhaustiva y rigurosa de todas las tarjetas de residencia emitidas a todos los extranjeros procedentes de todos los países que son motivo de preocupación”, comunicó en X el director de USCIS Joseph B. Edlow.
La decisión marca un punto de inflexión en la política migratoria reciente, pues implica reabrir expedientes aprobados incluso hace años para verificar si fueron tramitados con criterios que la administración actual considera deficientes o insuficientes.
Según USCIS, la revisión alcanzará expedientes de residentes permanentes que obtuvieron sus green cards mediante asilo, refugio, reunificación familiar, procesos humanitarios, vías consulares y otros mecanismos. El anuncio llegó en medio de un clima político tenso y en un contexto de debates sobre seguridad nacional y fallas en la verificación de antecedentes en administraciones anteriores.
Los países señalados: de Cuba y Venezuela a Afganistán, Irán y Somalia
El gobierno incluyó en la lista a inmigrantes de Afganistán, Cuba, Venezuela, Haití, Irán, Yemen, Libia, Somalia, Eritrea y otras diez naciones cuya estabilidad política, historial de conflictos o sistemas documentales son considerados poco confiables por las agencias federales. Se trata de una lista diversa que abarca regiones de Medio Oriente, el Caribe, África y América Latina.
Entre las comunidades afectadas destacan los cubanos y venezolanos, quienes representan una parte significativa de la población inmigrante en estados como Florida, Texas y Nueva Jersey. En el sur de Florida, abogados migratorios estiman que decenas de miles de residentes permanentes podrían recibir notificaciones en las próximas semanas.
“La protección de este país y del pueblo estadounidense sigue siendo primordial, y el pueblo estadounidense no asumirá el costo de las imprudentes políticas de reasentamiento del Gobierno anterior. La seguridad de Estados Unidos no es negociable”, agregó el funcionario estadounidense.
El detonante: un ataque en Washington D. C. acelera la decisión
El anuncio se produjo apenas un día después de que un ciudadano afgano, residente permanente en Estados Unidos, fuera identificado como sospechoso de disparar contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington D. C. Aunque la Casa Blanca no estableció públicamente un vínculo directo, fuentes operativas citadas en el reporte original de Telemundo confirmaron que el ataque generó nuevas preocupaciones internas sobre supuestas brechas en los procesos de verificación realizados en la última década.
Funcionarios señalaron que la revisión busca detectar inconsistencias, omisiones o señales de riesgo que pudieron no haber sido advertidas durante los trámites iniciales.
¿Qué revisará exactamente USCIS? Un proceso profundo, largo e incierto
Aunque USCIS no ha divulgado el protocolo operativo completo, funcionarios de la agencia adelantaron que la revisión será integral. Esto implica reexaminar información biográfica y de antecedentes, analizar entrevistas anteriores, revisar documentos presentados en años pasados y evaluar posibles cambios en las condiciones personales del residente permanente.
También se revisarán viajes realizados después de recibir la green card, lazos familiares o políticos con actores en los países de origen, afiliaciones ideológicas y cualquier elemento que pudiera ser interpretado como inconsistencia. La agencia tiene autoridad para reabrir expedientes en caso de sospecha de fraude o información incompleta, y aunque históricamente lo ha hecho de forma limitada, este nuevo proceso apunta a un uso masivo de esa facultad.
Florida en alerta: impacto directo en comunidades cubanas, venezolanas y haitianas
El anuncio generó especial preocupación en Florida, donde residen cientos de miles de cubanos, venezolanos y haitianos que han obtenido su residencia permanente durante las últimas dos décadas. En Miami-Dade, líderes comunitarios expresaron temor ante una medida que podría reinterpretar entrevistas realizadas hace años, declaraciones hechas en procesos de asilo o incluso publicaciones antiguas en redes sociales.
Para los cubanos, la incertidumbre es mayor, pues muchos obtuvieron la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano o programas humanitarios que ahora podrían ser objeto de revisión, pese a haber superado rigurosos chequeos previos. En la comunidad venezolana, defensores de inmigrantes temen que la medida afecte a beneficiarios del TPS, solicitantes de asilo y familias que escaparon de persecuciones políticas y crisis humanitarias.
Organizaciones proinmigrantes denuncian un clima de ansiedad y temor
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes criticaron la orden, asegurando que reabrir expedientes aprobados puede causar traumas y reactivar miedos en personas que ya habían logrado estabilidad legal. Muchos refugiados y asilados pasaron por entrevistas exhaustivas, revisión de antecedentes internacionales y procesos de verificación biométrica.
Volver a someterlos a escrutinio podría, según los expertos, interpretarse como una criminalización innecesaria que socava la confianza en el sistema. Organizaciones de derechos humanos advierten también del riesgo de sesgos, al centrarse en países históricamente vinculados con conflicto, autoritarismo o crisis económica.
Riesgos y advertencias de los expertos legales
Abogados migratorios consultados señalan que el volumen de expedientes involucrados podría generar un colapso administrativo dentro del USCIS, una agencia que ya enfrenta retrasos considerables en naturalizaciones, renovaciones y entrevistas. Temen que el proceso derive en largas demoras, errores administrativos o solicitudes de evidencia adicional que complicarán la vida cotidiana de los residentes permanentes.
Aunque la revocación de green cards es legalmente posible en casos de fraude o riesgo a la seguridad nacional, los expertos subrayan que históricamente ha sido una medida excepcional. Sin embargo, bajo el nuevo clima político, algunos temen que los umbrales para tomar decisiones puedan volverse más estrictos.
La defensa del gobierno: seguridad nacional y estándares más altos
La Casa Blanca sostiene que la medida es necesaria para reforzar la seguridad nacional y actualizar procesos que, según la administración, no cumplieron con los estándares actuales. Funcionarios explicaron que el nuevo escrutinio no implica deportaciones automáticas, ni suspensiones inmediatas, pero admiten que ciertos casos podrían derivar en acciones administrativas si se detectan irregularidades significativas.
El gobierno insiste en que la mayoría de los residentes permanentes no enfrentarán consecuencias, aunque reconoce que la revisión será amplia y minuciosa.
Un giro hacia políticas migratorias más estrictas
El anuncio confirma un giro hacia políticas migratorias más severas, donde el énfasis en seguridad nacional pesa más que la estabilidad emocional y legal de los inmigrantes que ya completaron procesos complejos. Para miles de familias, la medida abre un período de incertidumbre en el que no saben si sus expedientes serán cuestionados, reabiertos o sometidos a nuevas entrevistas.
El país se prepara ahora para un proceso sin precedentes que podría marcar el futuro de cómo se revisan, confirman o cuestionan las residencias permanentes otorgadas en Estados Unidos.



