La confianza en el sistema de salud quedó en entredicho tras el arresto de Yudier Sánchez, exempleado del Hospital Keralty en 2500 Southwest 75th Avenue, Miami, acusado de sustraer un reloj Rolex valorado en 45.000 dólares a una paciente de 75 años durante su ingreso hospitalario en septiembre de 2024. El hecho, ocurrido hace casi un año, fue descubierto gracias a las cámaras de seguridad y derivó en una investigación que culminó esta semana con su detención.
Cómo ocurrió el robo
La paciente ingresó al hospital con varias pertenencias personales que fueron inventariadas y guardadas bajo custodia, como estipulan los protocolos médicos. Entre ellas se encontraba el lujoso reloj, pieza de gran valor económico y sentimental.
El hurto se descubrió cuando la paciente recibió el alta y su familia notó la ausencia del artículo. De inmediato, se revisaron los registros internos y las cámaras de seguridad, que mostraron a Sánchez manipulando el sobre donde estaba guardado el reloj y guardando este en uno de los bolsillos de la chaqueta. Esta evidencia resultó fundamental para sustentar los cargos en su contra.
«La pérdida fue devastadora, no solo económicamente, sino también emocionalmente», confesó la víctima a la prensa local. Señaló que el reloj, heredado de su padre fallecido, no solo tenía un gran valor económico, sino también un significado emocional imposible de reemplazar.
Medidas internas del hospital
El Hospital Keralty, uno de los centros médicos más reconocidos en la zona, despidió de inmediato a Sánchez, alegando “violación grave de las políticas internas y del código de ética profesional”. Sin embargo, hasta el momento la institución no ha ofrecido una declaración oficial a los medios, lo que ha generado críticas entre familiares de pacientes y parte de la comunidad, que reclaman mayor transparencia.
Fuentes cercanas al hospital aseguran que se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de los protocolos de custodia de pertenencias, aunque aún no se han anunciado cambios concretos.
La familia de la víctima: entre la indignación y la desconfianza
La hija de la paciente declaró que la familia está evaluando presentar una demanda por negligencia contra el hospital, al considerar que el robo fue posible por fallas en los controles de seguridad internos.
“No se trata solo de dinero o de un reloj caro, sino de la vulnerabilidad de una mujer mayor que confió en un hospital para su cuidado. Si pasó con ella, puede pasar con cualquiera”, expresó en entrevista a medios locales.
El caso, según abogados consultados, podría derivar en un litigio civil paralelo al proceso penal, con posibles reclamaciones millonarias si se demuestra que la institución no garantizó la seguridad de las pertenencias de la paciente.
Cargos y consecuencias legales
La policía arrestó a Sánchez el 16 de agosto del presente año y lo acusó formalmente de hurto mayor en segundo grado y de explotación de una persona mayor o discapacitada, delitos graves en el estado de Florida.
- Hurto mayor en segundo grado: puede conllevar penas de hasta 15 años de prisión y multas de hasta 10.000 dólares.
- Explotación de un adulto mayor o discapacitado: delito que busca proteger a poblaciones vulnerables y que también puede derivar en condenas de prisión prolongadas.
A pesar de la evidencia, Sánchez se declaró no culpable ante un juez y fue liberado tras pagar una fianza de 10.000 dólares. Su proceso judicial podría prolongarse varios meses y será seguido de cerca por la opinión pública.
Un problema recurrente en hospitales
Aunque el caso ha causado conmoción en Miami, no es un hecho aislado. En años recientes, se han registrado denuncias similares en hospitales de Estados Unidos, donde pacientes, en su mayoría adultos mayores, han reportado la desaparición de pertenencias durante ingresos médicos.
Expertos en seguridad hospitalaria señalan que, aunque la prioridad de las instituciones es la atención médica, muchas veces los protocolos de manejo de objetos personales resultan insuficientes. Este tipo de incidentes no solo afectan a las víctimas, sino que comprometen la reputación y credibilidad de los centros de salud.
Repercusiones sociales
El caso ha generado preocupación entre pacientes y familiares, que ahora cuestionan la seguridad de dejar objetos de valor en hospitales. Organizaciones de defensa de adultos mayores han exigido medidas más estrictas y mayor supervisión para evitar que se repitan incidentes que explotan la vulnerabilidad de personas en situaciones delicadas de salud.
En Miami, donde residen miles de jubilados y personas de la tercera edad, este caso ha tenido un eco particular. Para muchos, representa un llamado de atención sobre la necesidad de reforzar la ética profesional y garantizar un entorno seguro tanto en lo médico como en lo personal.
Conclusión
El arresto de Yudier Sánchez no solo abre un proceso judicial por un robo millonario, sino que pone sobre la mesa un debate más amplio: ¿qué tan seguros están los pacientes y sus pertenencias en hospitales? La respuesta, que involucra tanto a instituciones médicas como a las autoridades, será clave para restaurar la confianza en un servicio esencial.