La inseguridad en Cuba vuelve a ser noticia internacional tras un grave incidente ocurrido en el corazón de La Habana Vieja. El piloto y copiloto de la aerolínea española World2Fly fueron víctimas de un violento asalto el pasado 25 de agosto, lo que dejó al primero con una fractura de cráneo y obligó a la compañía a cancelar el vuelo a Madrid previsto esa misma noche afectando a decenas de pasajeros.
El hecho, ocurrido en una de las zonas más concurridas por visitantes extranjeros, ha generado alarma entre la población local, el sector turístico y la comunidad internacional, ya que pone de manifiesto un deterioro de la seguridad incluso en áreas históricamente consideradas “seguras” para el turismo.
El ataque y sus consecuencias inmediatas
Fuentes cercanas a la compañía confirmaron que el piloto se encuentra bajo atención médica tras la agresión, mientras que el copiloto también resultó afectado, aunque sin lesiones de la misma gravedad. La cancelación del vuelo provocó malestar y desconcierto entre decenas de pasajeros que se encontraban listos para regresar a Europa y que fueron reubicados en otras operaciones.
World2Fly, filial del grupo turístico Iberostar, mantiene rutas regulares entre España y la isla, y había apostado en los últimos años por reforzar su presencia en el Caribe. Sin embargo, este incidente amenaza con minar la confianza de la tripulación y de los pasajeros, en un contexto en el que las aerolíneas valoran de manera prioritaria las condiciones de seguridad en sus destinos.
Testimonios difundidos en redes sociales aseguran que, en plena madrugada, decenas de pasajeros fueron conducidos en ómnibus turísticos hacia diferentes hoteles de La Habana, entre ellos el Parque Central. Allí pasaron la noche sin recibir explicaciones claras sobre la situación ni tener certeza de cuándo podrían reanudar su viaje.
«Nos llevaron de un lado a otro, cansados, sin saber muy bien qué pasaba. Al final nos dieron hospedaje, pero la tensión ya estaba instalada», dijo uno de los pasajeros que viajaría esa noche a España.
Un síntoma del deterioro de la seguridad
Aunque las autoridades cubanas no se han pronunciado oficialmente, residentes en la capital señalan que los robos y asaltos en La Habana Vieja y otros puntos turísticos se han vuelto más frecuentes en los últimos meses. A la falta de iluminación, la escasez de vigilancia y el incremento de la pobreza se suma la percepción de impunidad, que alimenta la sensación de vulnerabilidad entre locales y extranjeros.
De acuerdo con publicaciones en plataformas digitales, los robos y agresiones no son casos excepcionales. Testigos aseguran que estos incidentes han crecido en frecuencia, incluso en lugares emblemáticos y concurridos como el casco histórico habanero, mientras las autoridades no logran dar respuestas eficaces.
“El casco histórico era visto como un lugar relativamente protegido porque de él depende gran parte de la entrada de divisas al país. Pero ahora ni aquí se puede estar tranquilo”, comentó a medios independientes un vecino de la zona.
Repercusiones en el turismo
El turismo es uno de los pilares de la economía cubana, pero atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Las cifras oficiales revelan una caída sostenida en la llegada de visitantes internacionales, muy por debajo de las metas fijadas por el Gobierno.
A la falta de vuelos, la inflación y el desabastecimiento en hoteles y restaurantes, ahora se suma la preocupación por la seguridad. Expertos señalan que agresiones como la sufrida por los pilotos de World2Fly no solo afectan a las aerolíneas y agencias de viaje, sino que pueden desalentar la llegada de turistas europeos y canadienses, los principales mercados emisores hacia Cuba.
“Para un destino turístico, la seguridad es tan importante como la playa o la historia cultural que pueda ofrecer. Cuando se producen hechos de violencia contra extranjeros, el daño a la reputación es inmediato”, explicó un consultor en turismo radicado en Miami.
Un problema que trasciende lo anecdótico
Aunque algunos podrían catalogar el asalto como un hecho aislado, especialistas advierten que se inserta en un contexto más amplio de inseguridad y crisis social. La creciente inflación, el aumento de la migración y la falta de recursos han generado mayores niveles de violencia y delincuencia, un fenómeno que afecta tanto a residentes como a visitantes.
La situación recuerda a otros episodios recientes de atracos a turistas en el Malecón habanero y en localidades del oriente del país, que también han sido reportados por medios independientes. Sin embargo, el hecho de que las víctimas sean miembros de la tripulación de una aerolínea internacional amplifica el impacto del suceso y lo proyecta al plano global.
Un golpe a la imagen internacional de Cuba
El asalto a los pilotos de World2Fly se suma a una lista de dificultades que enfrenta el sector turístico cubano, en un año en el que el país esperaba mejorar sus cifras de visitantes tras la pandemia y el declive económico. La noticia, replicada en medios internacionales, refuerza la percepción de que Cuba no es un destino seguro, lo que podría afectar de manera directa la llegada de futuros viajeros.
Mientras tanto, los pasajeros afectados por la cancelación del vuelo esperan soluciones, y la comunidad turística internacional observa con atención si el Gobierno cubano tomará medidas concretas para fortalecer la seguridad en áreas críticas o si este episodio quedará como un síntoma más de la profunda crisis que atraviesa la isla.
El ataque a los pilotos de World2Fly en La Habana es mucho más que un hecho policial. Se trata de un episodio que refleja la creciente inseguridad en Cuba, afecta directamente al turismo —uno de los pilares de su economía— y abre un debate urgente sobre la capacidad del país de garantizar la seguridad de sus visitantes y ciudadanos.