
La protesta fue organizada por Vigilia Mambisa, y se reunieron en las inmediaciones del conocido Café Versailles, en la Calle Ocho de la Pequeña Habana.
«El Papa se ha vendido al Gobierno cubano», fue uno de los reclamos más escuchados durante la concentración, en la que los asistentes expresaron también su decepción por la ausencia de un encuentro con la disidencia en la Isla.
Esta misma semana, el activista cubano Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, inició en Miami un «ayuno de conciencia» para pedir al Papa que durante su visita a Cuba interceda por la «sociedad civil» y para «integrar a la familia cubana».






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