Un inesperado visitante causó asombro y cierta alarma en la tranquila mañana del jueves en Naples, cuando un oso negro fue avistado merodeando por el estacionamiento del centro comercial Cameron Commons Plaza, ubicado en Immokalee Road.
Andy Zuniga, quien se encontraba almorzando en la zona, no podía creer lo que veían sus ojos. Al percatarse del enorme animal, soltó su comida y bebidas para sacar su teléfono móvil y grabar al oso desde una distancia prudente. “¡Fue como estar viendo National Geographic en vivo!”, exclamó Zuniga, aún impresionado por la experiencia.
El incidente cobró mayor notoriedad cuando el oso se aproximó al restaurante Pelican Larry’s Raw Bar and Grill. En un primer momento, los empleados pensaron que se trataba de una broma, hasta que revisaron el video grabado por Zúñiga y confirmaron que efectivamente un oso negro había deambulado frente a sus puertas.
«No pensé que fuera real hasta que vi ese video. El personal me llamó y me dijo que había un oso corriendo por ahí, pensé que se estaban metiendo conmigo. Pensé que alguien estaba tratando de salir temprano del trabajo o algo así, pero aparentemente, aquí tenemos muy buenas alas, y él quería detenerse temprano antes de que llegara la multitud», manifestó el gerente general del restaurante, Jesse Camacho.
Según los testigos, el oso parecía desorientado y caminó tranquilamente por el estacionamiento sin mostrar signos de agresividad ni atacar a nadie. Aun así, varias personas gritaron de sorpresa al verlo tan cerca. «No creo que realmente represente un peligro», dijo un residente de la zona.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) explicó que durante esta época del año es relativamente común que los osos se acerquen a zonas habitadas. “Las hembras suelen enseñar a sus crías a buscar alimento, mientras que los machos están muy activos buscando pareja”, señaló la agencia en un comunicado.
La FWC recomendó a la comunidad mantener la calma y no acercarse al animal. “No es necesario llamar a las autoridades a menos que el oso represente una amenaza directa o permanezca durante un tiempo prolongado en áreas urbanas”, enfatizó la institución.
Por fortuna, el episodio concluyó sin incidentes graves. El oso se alejó del área por su cuenta, dejando tras de sí una escena que, aunque inusual, se ha vuelto más frecuente en el sur de Florida, donde el crecimiento urbano reduce el hábitat natural de la fauna silvestre.
El avistamiento se suma a una serie de encuentros recientes entre osos y humanos en la región, lo que refuerza la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad para evitar interacciones peligrosas. Mientras tanto, los residentes de Naples tienen ahora una anécdota única que contar sobre el día en que un oso negro decidió pasear por su centro comercial favorito.
Según la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), ver osos en zonas residenciales es “cada vez más normal”, aunque sigue siendo impactante para la comunidad. El motivo principal es la pérdida y fragmentación de su hábitat debido al crecimiento urbano y la expansión inmobiliaria en el estado. “Los osos han perdido grandes extensiones de bosque, y ahora se ven obligados a acercarse a zonas habitadas en busca de alimento o refugio”, explica la agencia.
Además, los osos son animales omnívoros y oportunistas. En las zonas urbanas, encuentran fácilmente comida en la basura, bebederos de mascotas o comederos para aves, lo que los atrae y los hace regresar si hallan recursos accesibles. “Es un alimento fácil y seguro para ellos”, indica la FWC.
La época del año también influye. Durante la primavera y el verano, las hembras enseñan a sus crías a buscar comida, mientras que los machos jóvenes suelen abandonar su territorio natal en busca de nuevos espacios o pareja, aumentando la probabilidad de toparse con áreas residenciales.
Otro factor es el éxito de los programas de conservación. Hace décadas, la población de osos negros en Florida estuvo al borde de la desaparición. Hoy, gracias a medidas de protección, se estima que hay entre 4,000 y 5,000 ejemplares en el estado, lo que eleva las posibilidades de encuentros con humanos.
A pesar de su tamaño y fuerza, los osos negros suelen evitar los conflictos y se alejan si no se sienten amenazados. No obstante, la FWC advierte que pueden volverse más osados si encuentran comida de manera habitual cerca de viviendas o negocios. “Un oso que se habitúa a la comida humana puede representar un riesgo mayor”, señalan los expertos.
Para reducir incidentes, la FWC recomienda:
Llamar a las autoridades solo si el oso representa un peligro inmediato.
Mantener la distancia y no acercarse al animal.
No alimentarlo ni intentar espantarlo.
Guardar la basura en contenedores resistentes y sacarla solo el día de recolección.
Retirar comida para mascotas o aves del exterior en zonas con presencia de osos.