
La capital española vuelve a convertirse en un museo al aire libre con la edición 2025 de la Meninas Madrid Gallery, pero este año una pieza destaca por encima del resto: una Menina intervenida por la cantante cubanoamericana Gloria Estefan, vestida con los colores de Cuba y decorada con los títulos de sus canciones más emblemáticas.
La obra, titulada “Hablemos el mismo idioma: La música”, no solo llamó la atención desde su instalación en la Plaza de Colón, sino que rápidamente se transformó en uno de los puntos culturales más visitados, compartidos y comentados en redes sociales.
El diseño: Cuba, música y un diálogo entre culturas
La escultura presenta un diseño llamativo que mezcla símbolos cubanos con la iconografía que ha marcado la carrera internacional de Estefan. En la falda y el corsé de la Menina aparecen escritos títulos como Conga, Mi Tierra, Oye y Rhythm is Gonna Get You, canciones que forman parte del legado musical latino más influyente en Estados Unidos y Europa.
La presencia de la bandera cubana, combinada con una estética moderna y vibrante, genera un fuerte impacto emocional entre los visitantes, especialmente los cubanos que reconocen en la pieza elementos de su identidad y memoria colectiva.
La obra opera como un puente cultural: une el imaginario español del Siglo de Oro —representado por Las Meninas de Diego Velázquez— con la sensibilidad caribeña y el sonido latino que Gloria Estefan llevó a escenarios globales desde los años ochenta. Esta mezcla simbólica ha sido uno de los factores que explican su popularidad entre madrileños y turistas.
Gloria Estefan: un homenaje desde la gratitud
A través de su cuenta en Instagram Estefan explicó que creó esta Menina como un gesto de agradecimiento hacia Madrid y su público, que durante décadas ha apoyado su carrera. «Por eso quise diseñar esta Menina especialmente para ustedes, usando los títulos de mis canciones favoritas que llevan un mensaje a todos ustedes y espero que cada vez que la vean se recuerden de mí», expresó.
Considerada una de las voces más influyentes de la música latina en Estados Unidos, su intervención envía un mensaje claro: la música es un idioma común capaz de unir historias, raíces y generaciones. La artista quiso transmitir, además, la idea de una “cubana universal”, una figura abierta al diálogo cultural y capaz de llevar su herencia más allá de las fronteras políticas o geográficas.
Una exposición consolidada como fenómeno urbano y cultural
Desde 2018, Meninas Madrid Gallery transforma la ciudad en un recorrido artístico donde artistas, celebridades y diseñadores reinterpretan la icónica figura de Velázquez. La edición de este año reúne 34 esculturas de unos 1.80 metros, distribuidas en zonas emblemáticas como la Castellana, el Barrio de Salamanca, Gran Vía, la Plaza de Colón y el entorno del Museo del Prado.
El público puede disfrutar de las piezas entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre, lo que convierte esta exposición en una de las actividades culturales más esperadas del otoño madrileño.
En esta edición, la obra de Gloria Estefan ha sido una de las primeras en viralizarse debido a su simbolismo, su conexión con la diáspora cubana y la enorme popularidad de la artista. Videos y fotografías de la Menina se han multiplicado en plataformas como Instagram, X y TikTok, donde usuarios destacan el orgullo y la emoción que provoca ver representada a Cuba en un evento cultural de alcance internacional.
Además de Gloria Estefan, una amplia gama de personalidades se ha unido a la iniciativa: desde el célebre dúo Los del Río y la actriz Paula Echevarría, hasta conocidos periodistas de radio, artistas plásticos e incluso la asistente virtual Alexa. Cada uno aporta su propia lectura de la legendaria figura retratada en Las Meninas, la obra maestra de Diego Velázquez que resguarda el Museo del Prado y que, con el paso de los siglos, continúa siendo uno de los cuadros más admirados y reinterpretados del planeta.
Cada obra incorpora un código QR que invita al público a descubrir la historia que inspiró su creación. Al escanearlo, los visitantes acceden a una explicación virtual que detalla el proceso, el concepto y los elementos que dieron forma a cada diseño.
Un proyecto con impacto benéfico y compromiso social
Una vez finalizada la exhibición, las 34 esculturas serán subastadas con fines solidarios. El 80% del dinero recaudado se destinará a fundaciones y asociaciones benéficas, mientras que el 20% restante se utilizará para financiar futuras ediciones de la Meninas Madrid Gallery. En este contexto, la pieza de Estefan podría convertirse en una de las más codiciadas de la subasta, tanto por su autoría como por el impacto social que ha generado.
La iniciativa combina arte urbano con responsabilidad social, involucrando a diseñadores, artistas, empresas y personalidades de renombre para contribuir a múltiples causas sociales en España.
Un punto de encuentro para la diáspora cubana en Madrid
Más allá de su valor artístico, la Menina “vestida de Cuba” se ha convertido en un símbolo emocional para los miles de cubanos que residen en Madrid. Muchos comparten fotografías expresando nostalgia, orgullo o incluso lágrimas, al ver reflejados elementos de su tierra en una ciudad que se ha transformado en uno de los principales destinos de la emigración cubana en Europa.
La obra también ha generado reflexiones sobre la identidad, la migración y el papel de la cultura como espacio de resistencia y memoria. Para la comunidad cubana, la pieza funciona como un recordatorio de sus raíces, pero también como una celebración de la presencia latina en el panorama cultural español.
Un diálogo entre pasado y presente
La Menina de Gloria Estefan demuestra cómo una figura clásica del arte español puede resignificarse para narrar historias contemporáneas. La combinación de Velázquez con Cuba, Miami, música latina y diáspora convierte esta obra en un punto de cruce entre pasado y presente, entre tradición y modernidad, entre una identidad nacional y una experiencia migratoria global.
Más que una simple escultura, se ha consolidado como un símbolo del intercambio cultural y de la capacidad del arte para trascender fronteras políticas, culturales y generacionales.





