Este miércoles se han modificado los cargos contra la conductora detenida por su implicación en un accidente mortal de hit and run que sucedió el mes pasado en la zona de la Pequeña Habana de Miami, según un reporte de Local 10.
De acuerdo con el informe de detención del Departamento de Policía de Miami, Ivana Gómez, de 32 años, enfrenta actualmente acusaciones de homicidio por conducir bajo los efectos del alcohol y homicidio vehicular por imprudencia en conexión con el siniestro ocurrido el 30 de mayo. Al principio, solo se le imputó el hecho de huir del lugar de un siniestro que resultó en una fatalidad y oponerse a un agente sin utilizar la fuerza.
La policía de Miami informó que la responsable del fatal accidente conducía un BMW 330i del año 2019 alrededor de la 1:20 am cuando atropelló a su víctima identificada como Katherine Kipnis de 41 años de edad en una zona de Southwest 21st Avenue y Seventh Street. «Cuando golpeó a la Sra. Kipnis, golpeó a la víctima tan fuerte que la cabeza de la víctima entró en el vehículo, atravesó el parabrisas y parte del cabello de la víctima quedó atrapado en el cinturón de seguridad del pasajero del vehículo del acusado», declaró un fiscal en una audiencia de fianza tras la detención de Ivana.
De acuerdo con el reporte de la detención, Gómez se encontraba manejando a gran velocidad en dirección oeste por la Southwest Seventh Street cuando fue avistada por un oficial. Las autoridades informaron que el agente aumentó la velocidad para seguir al vehículo y fue testigo del incidente de choque y fuga.
El agente activó las luces de su patrulla y las sirenas para alertar a Gómez de que sería detenida, pero esta eludió la advertencia y siguió. Luego tuvo que verse obligada a detenerse en un semáforo en rojo y varios vehículos en frente lo que posibilito que las autoridades la arrestaran. Cuando el oficial se acercó al vehículo de la sospechosa por el lado del conductor se percató que desde dentro del auto salía un fuerte olor a alcohol que provenía del aliento de la mujer.
Además agregaron que sus ojos estaban enrojecidos y húmedos. Refiere el informe de la policía que la conductora rechazó en todo momento hacerse la prueba de alcoholemia y pidió representación legal. De acuerdo con el informe, en una ocasión ella comentó de manera espontánea: «fue solo una persona sin hogar a la que golpeé y es solo un accidente», sin embargo, durante la audiencia de fianza, Gómez sostuvo que nunca pronunció eso.
A pesar de negarse a realizarse una prueba de sobriedad, se le extrajo una muestra de sangre que a través de un informe toxicológico reveló que contenía cierta concentración de alcohol en sangre de entre 0.162 y 0.159 por ciento. Según los expertos eso puede estar motivado a que la prueba se logró realizar dos horas y treinta minutos después que ocurrió el accidente. En Florida, el nivel permitido de alcohol en el torrente sanguíneo es del 0.08 por ciento.
Daniel Kipnis, el padre de Kipnis, se comunicó por teléfono con Local 10 News poco después de recibir la noticia sobre su fallecimiento. «Mi hija era vivaz, adorable. A todo el mundo le gustaba mucho. Era dura, pero en el buen sentido. Solo pienso, hablé con ella anoche a las 6 en punto cuando me dijo: ‘Te amo, papá’. Eso fue lo último que me dijo», comentó el padre desconsolado durante la llamada telefónica.
Hasta la mañana del miércoles, Gómez estaba en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde, según los registros en línea de la cárcel, su fianza total estaba marcada como en proceso de determinar. Los familiares y amigos de la víctima han expresado su deseo de que este caso sirva para prevenir futuros accidentes y que la justicia actúe con firmeza para que se reconozca el valor de la vida humana y se sancione a quienes actúan con irresponsabilidad.
Este caso subraya la importancia de la responsabilidad al conducir y la necesidad de proteger a los peatones, quienes son especialmente vulnerables en las calles de la ciudad. La investigación continúa y la comunidad permanece unida en su demanda de justicia y seguridad.