Isidro Pérez, un ciudadano cubano de 75 años, falleció el pasado 26 de junio mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), en el Centro de Procesamiento de Krome, en el sur de Florida. La muerte, que aún se encuentra bajo investigación, ha reactivado el debate sobre la detención de inmigrantes de edad avanzada con condiciones médicas crónicas.
Según el comunicado oficial de ICE, Pérez fue arrestado el 5 de junio en Key Largo por autoridades de inmigración y considerado inadmisible bajo la Ley de Nacionalidad e Inmigración. Tenía antecedentes penales por posesión de sustancias controladas registrados en 1981 y 1984.
Pese a que Isidro Pérez había ingresado originalmente a Estados Unidos en 1966 como parte del éxodo de cubanos que llegaron bajo libertad condicional humanitaria (parole), fue puesto en proceso de deportación casi seis décadas después de su arribo al país.
Durante su detención, el cubano fue diagnosticado con múltiples condiciones médicas y fue hospitalizado el 17 de junio por angina inestable. Aunque fue dado de alta el 25 de junio y retornó al centro médico dentro del centro de detención, al día siguiente presentó un fuerte dolor en el pecho. Los servicios médicos de emergencia lo trasladaron al hospital Kendall Regional, donde fue declarado muerto a las 8:42 p.m.
Este es el duodécimo fallecimiento bajo custodia de ICE en el año fiscal en curso, lo que ha levantado críticas de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. Activistas y expertos han cuestionado la necesidad de mantener bajo detención a personas mayores con problemas de salud graves, especialmente en casos como el de Pérez, cuyos delitos ocurrieron más de 40 años atrás.
“¿Qué sentido tiene encarcelar a un hombre de 75 años que ha vivido en este país por más de medio siglo y sufre múltiples problemas de salud?”, se preguntó un defensor migratorio bajo condición de anonimato. “Estas políticas no solo son inhumanas, sino también un riesgo para la vida de personas vulnerables”.
ICE ha confirmado que ya notificó a la familia de Pérez y que presentará un informe completo ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, como parte del protocolo ante fallecimientos bajo su custodia.
La muerte de Isidro Pérez abre interrogantes sobre las prioridades del sistema migratorio estadounidense y las consecuencias humanitarias de una política que muchos consideran desproporcionada e insensible ante la realidad de los inmigrantes mayores.
